Los políticos se endiosan. Se pierden en todo el aparato que tienen alrededor
Publicada en la Revista
no. 90 el 08 de agosto 2006
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Por José Antonio Fernández F.
David Páramo es el primer periodista financiero de México que
desde sus inicios se ha atrevido a decirle ladrones y corruptos, a los empresarios
y políticos que él considera que son ladrones y corruptos.
Sus comentarios directos y sin titubeos le han llevado a enfrentar diez demandas
de juicio por difamación en los tribunales. Todas las ha ganado. Lo demandaron
personajes como Carlos Cabal, Isidoro Rodríguez y uno de los hermanos
Autrey, el de Altos Hornos de México.
Comúnmente los analistas financieros se han limitado desde siempre a
dar datos de buenas y malas noticias de empresas y economía, pero nunca
nadie se había atrevido a desnudar a los hombres del dinero ante la opinión
pública como lo hace David Páramo. Sus opiniones son incendiarias.
Las dice con tal ímpetu, que siempre da la impresión de que se
requieren buenos argumentos para rebatirlo. Acepta que muchas veces se equivoca
cuando opina, pero está seguro que como periodista está obligado
siempre a dar su opinión y a no ocultar cuál es su posición.
Es declarado calderonista. No cree en el periodismo neutral.
Aquí la entrevista con uno de los periodistas más importantes
de la última década en México. Su estilo controvertido
genera polémica y diversidad de opiniones. Lo indiscutible es que David
Páramo le ha abierto nuevas puertas al periodismo mexicano y ha desmitificado
totalmente a los hombres del poder político y del dinero.
José Antonio Fernández: Te abriste espacio
y te hiciste famoso sin estar en las pantallas que fabrican a los que son más
famosos. Y hablo de Televisa y TV Azteca. Con Radio Fórmula, Telefórmula,
el 40 de tiempos de Ciro Gómez Leyva y el periódico El Economista,
te fue suficiente para saltar a la fama.
David Páramo: Creo que para mí
ha sido una ventaja iniciar y desarrollar mi carrera fuera de Televisa y TV
Azteca. Para mí, ser famoso no es algo que me llame poderosamente la
atención.
Yo llegué a El Economista en 1987. El periódico arrancó
hasta 1988. Tuve oportunidad de hacer de todo, porque me tocó el inicio.
Hice de todo en muy poco tiempo. La columna la empecé en 1992 y la sigo
publicando ahora en el Excélsior.
En el caso del Canal 40, era el lugar ideal porque podías hacer lo que
querías hacer. Ciro (Gómez Leyva) jamás me limitó.
Tanto El Economista, como el 40 y Radio Fórmula han sido medios en los
que se vale ser como eres, o que al menos intentes ser como tú eres.
Por eso cuando llegué a TV Azteca (al nuevo 40) no acepté ni que
me pusieran a un peinador ni a alguien que me dijera cómo debo vestirme.
Con Radio Fórmula estoy desde 1997. Me inicié en el espacio de
Eduardo Ruíz Healy. El desarrollo fuerte lo vi hasta que surgió
Fórmula Financiera, un programa que funciona muy bien. Nosotros decimos,
un poco en broma y un poco en serio, que (en Fórmula Financiera) o somos
muy irresponsable o estamos haciendo una forma distinta de hacer periodismo
en radio. Queremos hacer un periodismo que primero sea entretenido y después
informe.
José Antonio Fernández: ¿Se trata
de que primero la pasen bien ustedes?
David Páramo: Por supuesto. Mira, nosotros
competimos contra los discos, porque la gente que nos escucha básicamente
es la que va en su coche. Estamos obligados a presentar algo más divertido
que los discos, a no ser aburridos.
José Antonio Fernández: ¿Cómo
eras de chico?
David Páramo: Nunca respeté la
ley y el orden en la escuela.
Cuando yo tenía seis años, mi mamá, que era muy disciplinaria,
me dijo que tendiera la cama. Le respondí que no lo haría. Me
dijo que me iba a obligar a tenderla. Finalmente le dije: está bien,
mi cuerpo la puede tender, mi voluntad no.
A mí siempre me ha encantado discutir y contar historias. Cuando me encuentro
con mis amigos de la infancia, me dicen que sigo siendo el mismo y que ahora
me pagan por hacer lo que siempre he hecho.
En la secundaria siempre les hacía cosas a mis jeans y traía cortado
el pelo de una forma rara.
Si algo me distingue, es que soy exactamente igual en mi vida cotidiana que
cuando estoy al aire.
Yo platico siempre en el mismo tono.
José Antonio Fernández: ¿Cuándo
definiste que querías ser periodista?
David Páramo: Desde siempre, desde que
me acuerdo. Yo pensé siempre en ser periodista, no escritor.
José Antonio Fernández: ¿Viene de
familia?
David Páramo: Mi papá, José
Alfredo Páramo, es Secretario de Asuntos Escolares de la escuela de periodismo
Carlos Septién García. Él hizo textos para el Noticiero
Mundial que se proyectaba en los cines y también tradujo películas.
La historia de mi papá es poco común. En los años ochenta
decidió que quería ser maestro y se metió a la Carlos Septién
ganando sólo una parte del sueldo que tenía antes. Mi hermano
también es periodista, pero es más académico, y mi hermana
estudió también periodismo pero trabajo poco tiempo en esto.
José Antonio Fernández: ¿Influyó
tu papá para que fueras periodista?
David Páramo: En realidad no. A mí
siempre me gustó saber de la vida de los periodistas. Me sonaba emocionante.
El ser periodista te permite estar en el centro de todo.
José Antonio Fernández: Aunque eres espectador.
David Páramo: Sí, pero observas
desde el lugar ideal. Estás en primera fila y además todo mundo
oye tu opinión.
Todo mundo puede tener una opinión. La diferencia es que a nosotros los
periodistas nos pagan por dar una una opinión que otros dan gratis en
el café.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
decidiste estudiar en la Carlos Septién?
David Páramo: Primero me inscribí
en la Libre de Derecho. Un día fui a comer con mi papá y me dijo:
"no puedes estudiar Derecho y Periodismo al mismo tiempo, estudia la que
te haga más feliz". Al día siguiente presenté el examen
en la Carlos Septién.
José Antonio Fernández: ¿Y has sido
feliz?
David Páramo: Muy feliz. Si yo tuviera
mi problema económico resuelto, haría lo mismo y con las mismas
ganas. Me divertiría igual.
José Antonio Fernández: Ya que entraste
a la Carlos Septién, ¿sentiste que sí era la escuela en
la que
debías estudiar?
David Páramo: Le tengo poco respeto a
las escuelas. Son mucha teoría y poca práctica.
Yo desde preparatoria escribí en la Revista Señal. Lo empecé
a hacer porque mi papá un día me invitó que lo acompañara
a hacer una entrevista. Como a media entrevista yo empecé a preguntarle
cosas a su entrevistado, ya en la casa me dijo que yo la escribiera. Y lo hice.
Presentó la entrevista como mía, porque yo la había hecho,
y el director de Señal, que era Alberto Barranco, la leyó y me
contrató. Así es que cuando llegué a la carrera ya había
hecho entrevistas y otras cosas más.
Ya en la Carlos Septién me encontré con que había gente
más preocupada por las asistencias y las calificaciones, que por aprender.
José Antonio Fernández: ¿Te dio
clases tu papá?
David Páramo: Sí, me dio de Géneros
periodísticos, de Historia del periodismo, Redacción y ortografía
y de Mecanografía.
Mi papá ha sacado de clases a sólo tres alumnos a lo largo de
más de 20 años. Yo fui uno de ellos.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
te sacó de su clase?
David Páramo: Porque estaba discutiendo
con él.
Debo decirte que siempre me ha gustado discutir. Yo nunca he entendido a los
que te dicen sí porque sí o no, como si fuera un dogma. A mí
me cuesta mucho trabajo el no preguntar por qué.
José Antonio Fernández: ¿Alguien
más en tu casa es discutidor?
David Páramo: No, siempre he sido el hermano
raro.
José Antonio Fernández: ¿Cómo te conectaste al periódico
El Economista?
David Páramo: Hicieron un examen de selección.
La mitad de los que seleccionaron éramos de la Carlos Septién
y la otra mitad del ITAM. Mari Carmen Cortés hizo la selección.
Ella fue mi primer jefe.
José Antonio Fernández: ¿Serías
político?
David Páramo: No, le tengo un profundo
desprecio a los políticos.
José Antonio Fernández: ¿Por qué?
David Páramo: Porque finalmente te mienten.
Es el poder por el poder mismo.
Yo respetaría a un partido político que me dijera: nosotros venimos
a ganar las elecciones para mantenernos en el poder, y vamos a hacer lo que
sea necesario para tener el poder. Si así me lo dijeran, yo los respetaría,
pero no lo dicen así nunca.
Ellos, los políticos, siempre te dicen que están interesados en
los más pobres y en las causas nacionales.
José Antonio Fernández: Algunos periodistas
de primer nivel me han dicho que prefieren guardar distancia con el poder. Incluso
me han comentado que no aceptan invitaciones a comer con políticos. ¿Tú
sí te acercas a los políticos?
David Páramo: Tienes que ver a los políticos
para saber cómo piensan y qué no dicen.
Yo no me acerco mucho al poder porque no creo en él. Me parece que el
poder sirve para cambiar las cosas y no lo usan para eso. Lo utilizan como un
medio para mantener un estilo de vida. Nunca he creído que los políticos
realmente estén interesados por el bienestar de la población.
Se endiosan. Se pierden en todo el aparato que hay alrededor.
Cuando hablas a la oficina de algún político no pides con Juan
Pérez, sino por el licenciado o el señor secretario de. Y si no
lo dices así, la secretaria te regaña.
En realidad esa persona accidentalmente es secretario de Estado, lo que se les
quita cuando mucho en seis años.
Gente que llega a esos cargos y es soberbia, malvada y abusiva, cuando saben
que dejaran ya el puesto te llaman para decirte que nunca tuvieron problemas
contigo.
José Antonio Fernández: ¿Tienes
ejemplos?
David Páramo: Claro. Te doy uno: el Subsecretario
de Comunicaciones, Jorge Álvarez Hoth, a todos mis jefes les ha pedido
que me corran. Un día me llamó por algo que escribí en
mi columna de El Economista. Me preguntó que si era algo personal. Respondí
de inmediato que si fuera personal, ya hubiera ido a romperle la madre y no
lo hubiera publicado, porque los problemas personales se arreglan en el terreno
personal. Y le dije: pienso que el Subsecretario de Comunicaciones es un pendejo,
pero no es personal, podrías ser tú o podría ser otro (sic).
Ahora (Álvarez Hoth) me llama y me dice:
"es que tú y yo nunca hemos tenido un problema personal, nunca lo
hemos tenido".
José Antonio Fernández: Por qué
criticas tan fuerte el desempeño que ha tenido Álvarez Hoth como
Subsecretario de Comunicaciones?
David Páramo: Porque no hay convergencia
y porque no ha pasado nada en este sexenio en materia de telecomunicaciones.
Estamos mucho más atrasados que otros países que tienen igual
grado de desarrollo que nosotros. En telecomunicaciones vamos atrás de
Argentina y Brasil.
El mal desarrollo de las telecomunicaciones en México se ha dado por
malas decisiones gubernamentales. Ya deberíamos tener un estándar
para la radio digital y el servicio triple play funcionando. Pero como hay un
burócrata que no tiene ganas de hacer nada y está más interesado
en las grillas de quién gobierna Cofetel que en hacer las cosas, pues
no se avanza. Los políticos deben estar para hacer, pero Álvarez
Hoth como Subsecretario eso es lo que no ha hecho.
Y te digo más: hoy la penetración de la televisión por
cable y de internet son bajas porque no se han tomado decisiones gubernamentales.
Yo tengo que estar con la compañía de teléfono celular
que contraté desde 1993, porque no me puedo llevar mi número de
teléfono a otra telefónica. Son sencillas decisiones de gobierno
que no han tomado.
José Antonio Fernández: Eres un hombre
que se te ve fuerte. Se te nota. Dos preguntas: ¿Haces ejercicio? ¿Eres
agresivo en tu vida cotidiana?
David Páramo:Hago pesas diario. Llevo
dos años haciendo pesas con toda seriedad. Me divierte mucho.
La segunda: no me considero una persona agresiva de principio, aunque sí
me enciendo fácilmente.
José Antonio Fernández: ¿Qué
debe pasar en telecomunicaciones en el próximo sexenio?
David Páramo: Hay un problema de visión
que es necesario cambiar. El enfoque hoy no es satisfacer las necesidades de
los clientes. Están más preocupados por los intereses de las empresas
que por los clientes. La Cofetel pasada no resolvió el problema de las
llamadas celulares de larga distancia que hoy pagamos dos veces, el que la recibe
y el que la inicia. Deben cambiar claramente el enfoque hacia el usuario. Está
muy claro.
José Antonio Fernández: ¿Qué
me dices de tu estilo?
David Páramo: Así soy. En ocasiones
las amistades se me acaban muy rápido porque digo las cosas que pienso.
Agradezco que me las digan también a mí.
José Antonio Fernández: ¿Qué
tantas veces crees que te equivocas?
David Páramo: La mayoría de las
veces te equivocas, pero yo creo que tienes que ser sincero.
En la sociedad te enseñan siempre a jugar un papel. A las niñas
les dicen que se deben dejar cargar por su tía chuchita. Cuando llega
la tía chuchita y la niña llora y no se deja cargar porque la
tía chuchita le parece una vieja horrible, la regañan y le insisten
que se deje cargar por la tía. La sociedad te va enseñando que
no debes reaccionar así y terminas fingiendo.
Yo trato de ser como soy. A mí lo que más me gusta es cuando la
gente me dice: "oye David, a mí me gustaría decir lo que
tú dices en radio. Eso es justo lo que yo quiero decir".
Hemos creado una sociedad en la que tienes que respetar a la autoridad y a los
políticos. ¿Por qué, si un político es un empleado
de todos nosotros? Les pagamos su sueldo con nuestros impuestos. ¿Debemos
pensar que nos están haciendo un favor y que les tenemos que preguntar
sólo lo que ellos pueden o quieren contestar?. Yo no creo en eso.
José Antonio Fernández: ¿Cuál
crees que es el papel del periodista moderno?
David Páramo: Pienso que los periodistas
de hoy en día tenemos que generar opinión. Yo no espero que la
gente me crea, espero que la gente diga: "ah, a ese idiota de Páramo
cómo se le ocurre decir esto y esto, si yo pienso esto y esto otro".
Una vez que estaba en Acapulco jugando con mis hijos en una alberca, escuché
que una persona le decía a uno de sus amigos: "es que así
es, yo lo leí en la columna de Páramo". Cuando lo oí
me ahogaba de la risa. Se dieron cuenta y me preguntaron: de qué te ríes.
Les dije que yo era Páramo y que no me tomaba tan en serio.
José Antonio Fernández: Pero tú
si investigas, o al menos tengo esa impresión.
David Páramo:Mis opiniones las hago con
base en la mejor información que tengo y en mis convicciones, pero yo
no creo ser el dueño de
la verdad. El día que yo sienta que todo lo que digo es verdad y que
soy infalible, en ese momento me retiro.
José Antonio Fernández: Pero a veces parece que lo crees así
(ser el dueño de la verdad).
David Páramo: Es un estilo. A lo mejor
soy enfático cuando digo las cosas. Es el tono, no el fondo.
En los medios electrónicos la gente se queda más con la forma
que con el fondo de las cosas
José Antonio Fernández: ¿Cuáles
son los peores problemas que has tenido ya como periodista?
David Páramo: Me han demandado muchísimas
veces.
José Antonio Fernández: ¿Cuántas?
David Páramo: Diez, creo.
José Antonio Fernández: ¿Quién
te ha demandado?
David Páramo: Carlos Cabal, Lankenau,
Angel Rodríguez, los de Aco, Autrey, el de Altos Hornos...
José Antonio Fernández: ¿Alguno
te ha ganado?
David Páramo:Nunca, tengo muy buen abogado.
José Antonio Fernández: ¿Hay algún
común denominador en las demandas?
David Páramo:Información. Alguna
vez alguien me dijo: te voy a demandar. Le respondí: si tú me
demandas, es una medalla para mí. Si me demanda alguien serio, es agravio.
Siempre me han demandado por la columna, nunca por el radio. Les duelen más
las columnas porque se quedan impresas.
A mí no me importa que sean poderosos o ricos. Yo sé que ellos
se enojan y a lo mejor dicen: ¿qué le pasa a este pinche naco?
¿Quién se cree si yo soy fulanito?
Alguna vez Jaime Núñez, nuestro productor de radio, me dijo: ¿no
sientes que a veces eres ojete con la gente? Y le respondí: siempre con
los que son más poderosos que yo. Le dije: yo no me permitiría
tratar así a un chofer.
En este mundo puedes tener más o menos poder o dinero, pero como ser
humano eres idéntico.
José Antonio Fernández: ¿Estás
demandado en este momento?
David Páramo:No, afortunadamente.
José Antonio Fernández: ¿Hasta dónde
puede llegar hoy en día un periodista con su información?
David Páramo: Hasta cumplir la función
social que tiene. Tienes que decir las cosas que crees. Hay medios y hay lugares
para todo. Cuando es opinión es opinión y es subjetiva, aunque
se base en información. La opinión es parcial, para bien o para
mal. El programa Fórmula Financiera es de opinión, no de información.
Para mí los hechos son sagrados, pero las opiniones que construyes en
torno a los hechos es la segunda parte.
Creo que a veces sí hay demasiado respeto a la gente con poder, y ese
respeto es en muchas ocasiones por interés.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
tu animadversión por López Obrador?
David Páramo: No le tengo animadversión
a nadie. Jugué mucho soccer y americano y aprendí
que quien no te deja pasar es porque...
Más de lo que dijo David Páramo,
en exclusiva para CANAL100.com.mx
José Antonio Fernández:
¿Por qué tu animadversión por López Obrador?
David Páramo: No le tengo animadversión a nadie. Jugué
mucho soccer y americano y aprendí que quien no te deja pasar es porque
está haciendo lo que le toca hacer, no lo hace por algo personal. No
es contra tí, sino que tú estás frente a él. No
los puedo ver como enemigos personales.
Te pregunto: ¿por qué mucha gente le tenía demasiado respeto
a López Obrador? Respuesta: porque estaban pensando lo que iban a hacer
durante los próximos seis años. Y por qué cuando cae en
desgracia todo mundo se le va encima.
Todos tendemos a buscar nuestro confort y a los poderosos se les tiene miedo.
Por eso yo decía que si López Obrador ganaba, yo me iría
a Chilpancingo a poner un restaurante, me hacía Vicepresidente de Coparmex
en Chilpancingo y desde ahí lo seguiría madreando. Ese era mi
plan de vida para los próximos seis años.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
crees que López Obrador es un peligro para México?
David Páramo: Porque no respeta la ley ni las instituciones. Porque
es un iluminado.
José Antonio Fernández: Pero tú hace un momento cuestionabas
el por qué respetar tanto a la ley y a la autoridad.
David Páramo: Si crees en eso, entonces agarras un rifle y haces
una revolución. Lo que no se vale, es jugar en la vía de la autoridad
sólo cuando te conviene.
José Antonio Fernández: Eres distinto a López Obrador,
lo sé, pero me da la impresión de que tienen una línea
de identificación.
David Páramo: Estamos en espacios diferentes. Yo no quiero cambiar
las cosas, sólo quiero dar mi opnión.
José Antonio Fernández: Pero tú
has cambiado el periodismo financiero, sin duda alguna. ¿Cuándo
alguien se atrevía a decirle ladrón al dueño de tal o cual
gran empresa?
David Páramo: El periodismo financiero siempre decía que
los empresarios quebraban cuando hacían su mejor esfuerzo, además
de ser guapos, ricos y filántropos.
Yo pretendo dar mi opinión, si la gente sigue mi opinión, chido.
Yo no creo en los iluminados. Te puedo decir lo que pienso y tú tomas
tu decisión. No aspiro jamás a que me creas ciegamente, porque
me convertiría en un líder religioso.
Cuando un político acepta entrar a un juego de elección y firma
las reglas, luego no las puede reventar. Si tú no crees en el sistema
democrático, eres muy respetable si haces una guerra.
José Antonio Fernández: ¿Has entrevistado a López
Obrador en tu programa de Radio Fórmula (Tele Fórmula)?
David Páramo: Jamás. Lopez Obrador busca entrevistas en
las que le pregunten lo que él quiere decir.
Los políticos están para contestarte, lo demás es propaganda.
Madrazo fue al programa y terminó cayéndome bien porque se defendió.
José Antonio Fernández: ¿Lo nuevo es que periodistas y
medios fijen su posición, que ya no se muestren como neutrales y objetivos?
David Páramo: Te pongo un ejemplo: Financial Times dijo hace poco
en su editorial, palabras más o menos, que Bush era un peligro para el
mundo, y que partiendo de ahí harían periodismo. En un programa
de opinión no se vale que no fijes tu opinión y juegues al neutral.
Un ejemplo: Rocha trabajaba para López Obrador y al mismo tiempo decía
que era democrático y tundía a los panistas. No se vale que no
le avises al público lo que piensas. No puedes ser imparcial en la opinión.
Lo que sucede es que somos unos hipócritas. Yo respeto a La Jornada y
a El Economista, porque son periódicos que no te engañan, muestran
claramente su favoritismismo.
Es una tendencia que se está dando en el mundo y me parece mucho más
honesta. Es tratar como adulto al lector y no creer que son gente que debe ser
guiada para pensar de una u otra forma.
Yo creo que la gente que me oye es gente adulta, que merece escuchar mi opinión.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
te atreves a decir insultos como que López Obrador, u otros políticos
y empresarios, hacen imbecilidades?
David Páramo: ¿Por qué tenemos que ser moderados?
El periodismo es mucho lo que te enseñan en la escuela Carlos Septién:
los ojos de quien no puede ver, los oídos de quien no puede oír
y la boca de quien no puede hablar.
Te pregunto: ¿por qué debemos ser cuidadosos y tenemos siempre
que respetar?
En 1994 me amenazaron de muerte, nunca supe exactamente quién fue. Una
de las preguntas que me hice fue: ¿qué es mejor, un papá
feliz o uno infeliz? Si me han de matar porque hago lo que me hace feliz, que
me maten, me vale. Si me voy a quedar sin trabajo, tengo dos manos y puedo hacer
otra cosa.
José Antonio Fernández: ¿Eres consciente
de que has inventado una nueva manera de hacer periodismo financiero en México?
David Páramo: Creo que ha sido accidental. Aunque te puedo decir
que en el 40 me di cuenta que algo estaba sucediendo, porque el rating subía
cuando daba la sección financiera.
José Antonio Fernández: ¿Te has
equivocado al dar tus opiniones y has dicho me equivoqué?
David Páramo: Sí. Me puedo equivocar en comentarios, pero
es difícil equivocarte en el largo plazo porque vas viendo cómo
van las cosas. Yo no tengo ningún problema en decir me equivoqué.
Antes los periodistas nunca reconocían que se equivocaban, ahora es diferente.
José Antonio Fernández: ¿Cuál
es tu opinión de Javier Moreno Valle, quien fuera la cabeza del Canal
40 cuando tú y Ciro Gómez Leyva eran protagonistas del noticiero
de la noche?
David Páramo: Moreno Valle me quedó a deber una lana.
Mira, por primera vez lo voy a decir así públicamente: yo trabajaba
para Ciro (Gómez Leyva). Había dos canales 40 , uno de Moreno
Valle que se metía en problemas innecesarios y que no tenía clara
la administración. Le reconozco que su lado luminoso era muy lumninoso,
que te dejaba hacer periodismo y era totalmente respetuoso de las opiniones.
Javier (Moreno Valle) nunca me dijo: bájale. Te doy un ejemplo: Moreno
Valle es muy amigo de Manuel Bartlett, y nuca me dijo que dijera o no cosas
de Bartlett.
El otro Canal 40 era genial, era el de Ciro Gómez Leyva. Sin duda es
el mejor trabajo que he tenido en mi vida. A mí me encantaba trabajar
con Ciro. Es un hombre muy inteligente y muy respetuoso. Para mí era
una maravilla trabajar con él, con Denise y con todos los demás.
Discutías argumentando. Era un espacio breve que yo gozaba muchísimo.
Nos veía mucha gente. Era un trabajo lleno de satisfacciones.
Te cuento una anécdota sencilla de mis tiempos del 40. Un día
se me acercaron en Coyoacan unos estudiantes de la UNAM. Me dijeron que les
gustaba mi trabajo en el 40: "nos caes bien porque aunque eres de ultraderecha,
nos pareces chido por radical". Por supuesto, terminé platicando
con ellos.
José Antonio Fernández: ¿Eres de
ultraderecha?
David Páramo: No creo en las etiquetas, pero si hay que ponerlas,
sí soy de derecha. No soy católico. Creo en los valores de la
derecha.
José Antonio Fernández: ¿Te planteaste
con Ciro (Gómez Leyva) negociar en conjunto con Televisa o TV Azteca?
David Páramo: Cuando vimos que lo del 40 terminaba, hablamos claro
y dimos por terminado nuestro compromiso. Ese fue el trato: que cuando lo del
40 terminara, no tendríamos compromiso el uno con el otro. El pacto fue
que nuestro compromiso acabaría el día que estallara la huelga
del 40. Después veríamos como venían las siguientes fichas.
Nunca nos planteamos Ciro (Gómez Leyva) y yo seguir trabajando juntos,
aunque me encantaría volver a estar con él en otro proyecto.
José Antonio Fernández: ¿Por qué aceptaste TV Azteca
y no Televisa?
David Páramo: Por muchas razones. Una muy importante fue porque
a mí me invitaron a trabajar en TV Azteca los señores Jorge Mendoza
y Tristán Canales. Sin intermediarios, fue en forma directa. La invitación
que me hicieron en Televisa nunca fue con ningún ejecutivo de alto nivel,
siempre fue una invitación hecha de parte de. No sentí que reconocieran
mi trabajo.
Una segunda razón fue el dinero. La oferta de TV Azteca fue muy, muy,
muy superior a la de Televisa. Otra más es que en TV Azteca me están
dejando hacer lo que yo quiero. Nadie me da línea. Son muy respetuosos
de mi trabajo. No sé cómo ha sido el pasado en TV Azteca, pero
creo que sí están haciendo un esfuerzo serio de apertura. No pueden
seguir teniendo una sóla manera de ver las cosas. Televisa también
está haciendo un esfuerzo de apertura, y hay gente que sí se está
ganado el respeto de dar su opinión.
José Antonio Fernández: El IFE fue ganando
credibilidad a lo largo de los años, y Luis Carlos Ugalde tuvo un pésimo
manejo la noche del 2 de julio al dar un menaje malo y escueto. Esa noche del
2 de julio, televisoras y radiodifusoras (excepto Gutiérrez Vivó
y Univisión) se fueron a dormir apenas pasada la medianoche. Tengo la
impresión que el manejo de Ugalde destruyó la credibilidad del
IFE y ensombreció las elecciones. Y también siento que la televisión
perdió al desaparecer esa noche del 2 de julio. ¿Qué percibes
que sucedió esa noche?
David Páramo: Creo que la noche del 2 de julio fue un shock para
todos. Hubo vacíos de información y volvió sospechosa la
elección.
Yo estuve en TV Azteca hasta las 9 de la noche y luego me fui a Radio Fórmula.
Me parece que nos faltó capacidad de reacción a todos. A las once
de la noche no sabíamos qué hacer.
Hacia las doce de la noche de ese 2 de julio, dijimos: ya vámonos, no
hay más que decir. Televisa y TV Azteca metieron programas de relleno.
A nosotros nos dijeron que nos aguantáramos hasta la una.
La regla es dar la mayor información posible y no se hizo así.
Fue un error. Y es que los que tenemos posiciones de poder somos muy soberbios,
creemos saber más que los demás. Al final de cuentas te percatas
que el poder es una bendición y hay que usarlo para el bien.
José Antonio Fernández: Pero sí
había más que decir. Yo estaba en la sala de prensa del IFE y
tenían ahí 32 pantalla que lanzaban información estado
por estado con gráficas. Desde las once de la noche se veía claramente
que Calderón ganaba en 16 estados y López Obrador en otros 16.
Había mucha información.
David Páramo: Igual sí, pero todos estábamos esperando
que hablara el IFE, porque el IFE era la autoridad y lo estábamos respetando
como tal. Creo que los medios se equivocaron.
Imaginamos que a las once de la noche tendríamos Presidente, pero no
fue así.
José Antonio Fernández: ¿Qué te dice como analista
el que la votación del 2 de julio esté tan dividida (que no haya
un ganador indiscutible)?
David Páramo: Me dice que hay dos visiones fundamentales de México.
Vivimos un momento como el que pasaron España y Chile. Nos estamos diciendo
quién queremos ser. Los españoles decidieron que querían
ser europeos. Nosotros tenemos que decidir si queremos ser América Latina
o América del Norte.
En México la gente del norte es de una forma totalmente distinta a la
del sur. Piensan distinto. En las elecciones se polarizó el cuestionamiento
de qué queremos ser. Por un lado está un López Obrador
que quiere seguir siendo América Latina y un proyecto como el de Calderón
que propone ser América del Norte. Como sociedad no hemos resuelto qué
queremos ser.
A los mexicanos nos encanta ver para atrás, como sucede con los niños
chiquitos cuando van en carretera.
No hemos definido si queremos ser el México antiguo del papá gobierno,
del gobierno que resuelve los problemas, guía y da la mano. O si queremos
ser un país de gente adulta. En eso estamos. Pienso que seguimos pensando
que debemos seguir siendo un país en el que los políticos resuelven
y la sociedad se queja.
Mira, que haya gente que diga que darle dinero a un viejito es una maravilla,
me habla de que en México hay mucha gente a la que no le gusta trabajar
y no le gusta el éxito. Recuerdas ese anuncio en el que una niña
celebraba con su abuelito que ya habían hecho ley la pensión para
los viejitos, y se alegraba porque cuando ella fuera viejita también
recibiría su pensión. Ese mensaje me parece que es el de una idea
de país jodido. El que un gobierno mande un mensaje diciendo que lo mejor
que te puede ofrecer es que tú termines de viejo estando tan jodido como
tu abuelo, es una expectativa muy jodida.
Los estados del norte no esperan a que nadie haga las cosas por ellos. Sí
creo que hay un enfrentamiento de país entre el sur y el norte.
Pienso que es mejor que los pobres dejen de ser pobres, y no que el gobierno
se encargue de dar dinero a los pobres.
José Antonio Fernández: ¿Qué
México ves para los próximos diez años?
David Páramo: Por momentos siento que estamos tomando un vuelo
directo a Madrid, pero que en un descuido podemos aterrizar en Buenos Aires.
Podemos hacer tonterías como los argentinos y rompernos, o podemos hacerlo
bien como los españoles y construir un gran país.
Yo espero que salgamos adelante como nación. Para eso debemos resolver
el problema de qué México queremos ser, y no siento que podamos
seguir postergando más esa definición.
Ser México de América del Norte no quiere decir ser Bush, es hacer
un país competitivo, que produzca, que la gente no dependa de papá
gobierno (lo que nos ha hecho mucho daño).
José Antonio Fernández: A mí me
parece muy complicado que en algunos estados de la República el ofrecimiento
para la gente sea que van a venir las empresas y los inversionistas. Entiendo
el rechazo porque las personas de esos lugares suponen que cuando lleguen los
inversionistas y las empresas, su modo de vida de muchos años llegó
a su fin.
David Páramo: Un México moderno es que tú no tengas
que ser pobre porque naciste pobre. Lo importante es que la gente tenga oportunidad
de elegir qué hacer en su vida. Yo estoy en contra de los neoliberales
que consideran que los campesinos que viven con su tierrita están equivocados.
Esa postura me parece soberbia.
Te lo digo así: normalmente una enfermedad para un niño de clase
media se queda en anécodota, pero si esa misma enfermedad le da a un
niño pobre puede quedar desfigurado y dañado del cerebro o de
otra parte de su cuerpo de por vida.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
no ves a Calderón como un peligro para México?
David Páramo: De entrada, porque es moderado. Es un tipo que tiene
una visión de país que yo comparto. Ve también un México
ganador que necesita empleos formales.
José Antonio Fernández: Para las próximas
elecciones le darías autoridad al IFE para que prohibir frases como la
de AMLO es un peligro para México?
David Páramo: El IFE no debe intervenir en eso. Que cada quien
se defienda y diga lo que tiene que decir. Las cosas deben decirse. ¿Por
qué tenerle tanto miedo a las palabras?
Yo digo lo que pienso. Si en una sociedad la gente dice lo que piensa, seguro
se construyen cosas. Tienen presupuesto para defenderse.
Otras 8 respuestas de David Páramo:
- Por años, los periodistas
financieros se dedicaron a construir una serie de lugares comunes que no significaban
nada, por eso la gente no los oye.
- Las finanzas tienen que ver con tu boilsillo. Si hablas de tu bolsillo, la
gente entiende.
- Es cierto que en el sistema de libre empresa los ricos se hacen más
ricos, pero a los que les tocaban migajas les llega una rebanada.
- El gobierno debe dedicarse a facilitar las actividades que generan riqueza.
- Más que vender Pemex, lo que haría es abrir la competencia.
¿Por qué tenemos que comprarle sólo a Pemex? Es irrelevante
quién es el dueño de Pemex.
- Los periodistas financieros le hablaban a los empresarios, no a los lectores.
- No está definido hoy qué es un canal de televisión público.
Sí creo que debe haber televisión pública y sus fondos
deben salir de los contribuyentes. Lo que no se vale es que la televisión
pública se dedique a dar a promoción a los gobernadores.
- En la sociedad mexicana tenemos la tendencia de comportarnos como súbditos.
- Sí me han querido comprar. Más que dinero, lo que hacen es aludarme.
Yo acepto regalos dependiendo quién, qué y con qué intención.
Los rechazo cuando siento que me están tratando de sobornar. Te adulan
invitándote a comer y diciendote que eres muy inteligente.
Última respuesta de David Páramo
José Antonio Fernández: ¿Crees
que tu manera de ser te ha impedido aparecer en los horarios más importantes
de los canales más importantes? Y hablo de Javier Alatorre o de Joaquín
López Dóriga. David Páramo: Yo
hoy estoy feliz con lo que hago. Si el costo de llegar con Alatorre o con López
Dóriga fuera no ser quien soy, en mala hora. No me interesa.