6PM FILMS


Sigue a RevistaPantalla.com en:  

















Rebecca Jones
Soy fiel a mi intuición, a lo que sé que puedo hacer y a lo que quiero
Publicada en la Revista no. 73 el 13 de octubre 2003
compartir3904

Por José Antonio Fernández F.

Rebecca Jones sabe que tiene talento como actríz y como productora. Lo demuestra a placer en el escenario en la obra de teatro Retrato de una actriz desempleada, monólogo en el que interpreta 36 personajes totalmente diferentes. El reconocimiento del público asistente es absoluto.
Mujer de cualidades, es bella y tiene estilo. Cuando lanza su expresión y mirada felina puede llenar de seducción cualquier escena en la que participe. Fuerza y coraje le son propios. Se la juega hoy con Argos para ser protagonista de la telenovela Alma herida que será transmitida por la cadena Telemundo en Estados Unidos.
Rebecca Jones guarda algunas sospechas con Televisa y TV Azteca. Se pregunta: "¿por qué a mí nunca me llaman de Televisa y a mi esposo (el actor Alejandro Camacho) jamás lo buscan de TV Azteca? Claro está que Ricardo Salinas Pliego y Emilio Azcárraga Jean establecen tratos".


Jose Antonio Fernández: ¿En qué momento dice Rebecca Jones: voy a ser actriz?
REBECCA JONES:
Suena a clishé, pero lo sentí desde muy chiquita. Me sudaban las manos cuando veía espectáculos y me daban ganas de estar en el escenario. Desde niña en la escuela participaba en obras de teatro. Mis fiestas eran obras de teatro. Escribía obras de teatro. Era ineludible. Nunca pasó por mi mente el hacer otra cosa en la vida.
Mi papá es pintor y eso me dio la posibilidad de vivir el arte en mi casa. Con el tiempo descubrí que sí tenía talento, porque una cosa es querer y otra es poder. En ese momento decidí estudiar actuación en California, en Estados Unidos.
Jose Antonio Fernández: ¿Cuándo y cómo te diste cuenta que tenías talento?
REBECCA JONES:
Lo sabes hasta que te paras en un escenario, antes sólo puedes escuchar y ver a los maestros en los espectáculos y recibir información. Cuando te subes a las tablas y dices: "los engañé",
es que sí puedes.
J.A.F.: ¿A qué te refieres al decir los engañé?
REBECCA JONES:
Actuar es engañar. Si a mí me creen ser alguien que no soy, ahí se da el engaño.
Mi papá dice que el talento es noventa por ciento deseo, y yo también lo creo así. Hay gente que tiene mucho talento pero no suficiente deseo para triunfar y ser exitoso, pero exitoso de verdad. Existe la creencia de que un buen actor no puede ser estrella, que el buen actor debe renunciar al lujo y andar vestido de morral y huaraches. Yo no estoy de acuerdo con eso. Yo creo que se puede ser un actor prestigiado y reconocido y que la gente pague un boleto por verte en escena.
No soy la artista de moda, pero sé que la gente sabe que cuando ve el nombre de Rebecca Jones en una obra, una telenovela o una película, está segura de que no le van a dar gato por liebre. El público sabe que soy una actriz comprometida en escena y una profesional de mi trabajo. Y este prestigio toma muchos años.
Jose Antonio Fernández: ¿Seleccionas tus papeles?
REBECCA JONES:
Cuando soy productora sí, como en la obra de teatro el Retrato de una actriz desempleada. Yo creo en el teatro de creadores, de autor. En el teatro que como artista ves al inicio un lienzo en blanco que tienes que llenar.
Don Emilio Azcárraga... Milmo, bueno, ¿no hay otro, verdad? Don Emilín, no. Hablo de Don Emilio Azcárraga, Azcárraga Milmo. Él se fue a la tumba con muy buena impresión mía porque rechacé un papel en una telenovela porque no la quería hacer. Era una de esas historias típicas de marías y de trensas, de la sirvienta que se casa con el rico. Me dijo que le pidiera lo que fuera. Acordamos que me pagaría un millón de dólares. Fue en 1994 ó un poco antes. Esa cantidad era un dineral. La iba a producir Valentín Pimstein. El día de la prueba me pusieron trensas, guantes rosas y hablé con "juites y venites". Luego del ensayo me dí cuenta de que yo no podía hacer la telenovela ni por toda la lana del mundo. Don Emilio me llamó para decirme que era un hecho lo del millón de dólares. Le dije que no podía estar en la telenovela. Se alteró y me reclamó. Me dijo que le había costado mucho conseguir el dinero para pagarme. Pero yo le respondí que no podía traicionar mi imagen, que es la imagen que la empresa (Televisa) me había dado y la imagen a la que el público estaba acostumbrado. Le aseguré que la gente no me iba a querer y no me aceptaría, que yo echaría por tierra un montón de cosas por un millón de dólares. Le dije un no definitivo. Se fue muy enojado. Esa noche ingresó al hospital. Me quería mucho. Yo lo quería y también lo respetaba mucho.
No hice la telenovela. Se terminó llamando El privilegio de amar y la produjo Carla Estrada.

Jose Antonio Fernández: ¿Creíste que no ibas a lograr engañar al público?
REBECCA JONES:
Yo creo que uno debe ser fiel a lo que piensa. No se vale que te hagas famosa saliendo en bikini en todas las revistas, y que después digas ahora sí quiero que me tomen en serio y les aviso que ya no voy a dedicarme a ser sexy.

Jose Antonio Fernández: ¿A qué eres fiel?
REBECCA JONES:
Soy fiel al buen gusto, a mi talento y a mi intuición. Pocas veces me equivoco con mi intuición. Cuando las corazonadas van encubiertas por la lógica, por la justificación, me sucede que termino haciendo algo que no debí aceptar.
Acabo de estar en una telenovela que se llamó El país de las mujeres, que no debí hacer. Me doraron la píldora con la historia y me pagaron muy bien. La verdad es que terminó siendo un horror. Me puedo equivocar.
No podría, por ejemplo, meterme a la casa de Big Brother. Tengo veinte años de tener claro lo que quiero. Yo no hago nada que no tenga que ver con mi prestigio y mi carrera. Equivocarse se paga muy caro. La cadena Telemundo me está contratando porque saben quien soy. Hay muchas figurillas, pero las figuras, en verdad figuras, son pocas.
Jose Antonio Fernández: ¿Cuando decidiste ser actriz sabías que seleccionabas una profesión de una apuesta tremenda? Y mi pregunta de ninguna manera quiere menospreciar las demás profesiones, pero hay que reconocer que es sumamente difícil conseguir ser el protagónico de una telenovela o una película y mantenerse con prestigio durante décadas.
REBECCA JONES:
No soy necia ni terca. Yo me puse 5 años de límite para saber si la hacía como actriz. Y para mí hacerla era lograr en esos cinco años un protagónico en una telenovela, una película o una obra de teatro. Era lograr el éxito. Y todo llegó antes.
Jose Antonio Fernández: ¿Te llegó rápido el éxito?
REBECCA JONES:
No.
Mi papá es americano y mi mamá mexicana. Nos fuimos a California en 1974. Terminé allá la preparatoria y estudié la carrera de Arte Dramático. No propiamente estudié la carrera porque incluía materias como matemáticas que yo sentí que no me servirían de nada. Yo no quería ser maestra de actuación, sino actriz. Por eso en la universidad tomé cursos relacionados con el arte escénico, como actuación, análisis literario, escenografía, iluminación y maquillaje. En esto de la actuación puedes ser muy buen actor pero no tener el carisma, el ángel, el duende. Por eso estudié cursos diversos, porque lo que sí sabía entonces era que quería dedicarme a a las artes escénicas, pero todavía no sabía que tendría éxito como actriz.
Vivía en Laguna Beach, iba a castings, fui mesera cinco años y con eso me pagué los estudios. Me vestía con disfraces y me divertía muchísimo. Pero un día me dije: yo quiero ser la que llega en la noche al restaurante y le sirven la cena, ya no quiero ser la que sirve. Y entonces me regresé a México en 1981. En 1983 debuté en el teatro con la obra El coleccionista y me gané el premio a la Revelación del año.
Jose Antonio Fernández: ¿Cómo te dieron el papel para El Coleccionista?
REBECCA JONES:
Fui a la audición. Me vio el director José Solé, que era director de Bellas Artes, le gusté y me seleccionó. No tenía yo ningún nombre. Para mi fue un gran éxito artístico en mi carrera. Me dio muchísimas tablas porque sólo éramos dos en escena. Fue una experiencia muy fuerte. Después de eso me seguí con una obra al año, hasta que empecé a producir e hice televisión. Tuve un éxito fenomenal con la telenovela Cuna de lobos. Yo creo en el trabajo y en la metodología del trabajo.
Jose Antonio Fernández: ¿Cómo es esa metodología?
REBECCA JONES:
Soy muy rigurosa. Te pongo un ejemplo: en la obra El retrato de una actriz desempleada yo hice junto con Francisco Franco un trabajo de mesa para definir el pasado, los gustos y lo que piensa cada uno de los personajes. En esta obra son 36 personajes y por eso hice 36 trabajos de mesa. Por eso para el público es claro cuando aparece cada personaje. En escena se ve siempre una bodega, pero cuando habla la viejita el público "alcanza a ver" el patio, y cuando entra en escena la rica la gente se imagina el lugar donde está. Me llevé seis meses preparando la obra.
Para poner en escena el personaje yo escribo todos mis textos. Así me los aprendo. En este caso que son 36 personajes, memoricé el libreto en dos semanas.
Lo bueno de este trabajo de la actuación es que se nota el esfuerzo que hay atrás. Y la obra de teatro es un trabajo serio, ahí no se hace nada con apuntador.
Te cuento esta anécdota: hice una primera función de estreno para Ventaneando que me salió perfecta. Al día siguiente presenté un segundo ensayo general para el público de Radio Fórmula. A los diez minutos del inicio, con teatro a reventar, el micrófono que me colocaron en el pelo empezó a tronar y de pronto me quedé con la mente en blanco. Me desconcentré y no podía continuar. No había nadie atrás del escenario que me dijera algo porque todos estaban en las butacas viendo la función. Pensaron que me sentía mal. Decía Calderón de la Barca que el público es el monstruo de los mil ojos, y es cierto, ahí sentí al monstruo de los mil ojos. Entonces Francisco Franco, el director de la obra, subió al escenario y dijo: "señoras y señores, ya les habíamos dicho que esto era un ensayo general. No te preocupes Rebecca, reinicia desde el chef". Pero yo estaba totalmente fuera del orden. Me pregunté: ¿desde cuál chef? El chef entra 28,000 veces. De pronto reinicié pero me salté 20 páginas. Francisco Franco se dio cuenta, dio un salto al escenario y le dijo al público: "van a tener el privilegio de ver la obra de nueva cuenta desde el principio". Y empecé desde la primera línea. Como caballo entré la segunda vez. Aprendimos que es una obra sumamente difícil y que no me pueden dejar sola en piso.
Jose Antonio Fernández: ¿Te ha dado golpes la vida?
REBECCA JONES:
Algunos, sí.
Jose Antonio Fernández: ¿Cómo cuáles?
REBECCA JONES:
Uno aprende de los fracasos más que de los éxitos. La última telenovela que hice, El país de las mujeres, fue un fracaso para la empresa (TV Azteca). Me equivoqué al aceptarla, pero no me arrepiento de haberla hecho porque yo no me arrepiento de nada.
Jose Antonio Fernández: ¿Ni de no haber sido lo suficientemente aguda en tu análisis para aceptarla?
REBECCA JONES: No, porque cuando tienes una necesidad de dinero, está cañón. Y también acepté porque me doraron la píldora. Pero gracias a esa telenovela tengo esta casa. Todo en la vida te enseña.
Jose Antonio Fernández: ¿Eres apasionada?
REBECCA JONES:
Mucho.
Jose Antonio Fernández: ¿La pasión da o quita?
REBECCA JONES:
Me ha dado el empecinarme en las cosas y estar feliz con mi corazón. Soy obsesiva en lo que hago.
Jose Antonio Fernández: Me dices que estás comprometida con tu prestigio, ¿para qué quieres el prestigio?
REBECCA JONES:
Para que el público pague su boleto y vaya a verme al teatro. Para que yo me sienta bien conmigo misma y mi hijo se sienta orgulloso de mí. Para que yo como mexicana, cuando me vaya, deje una huella. Para que yo deje algo por mi país en el entretenimiento. Porque el entretenimiento es muy importante y más en estos tiempos que estamos viviendo. Es mi apasionamiento. No es porque me adorne, pero no tengo una falsa modestia. Sé lo que soy y tengo porque me ha costado mi trabajo.
Siempre me ha quedado bien claro que el prestigio de una actriz puede caer de la noche a la mañana.
Jose Antonio Fernández: ¿Cómo es que has tenido tan claro esto del prestigio desde tus inicios?
REBECCA JONES:
Una persona me dijo una vez que cuando te conviertes en figura pública, como es el caso de ser actriz, debes escoger muy bien tus caminos, porque después de haber tomado una línea es muy difícil echarse para atrás.
Hace muchísimos años me invitaron a hacer una película con Charles Bronson en la que me tenía que desnudar. Se me presentó la disyuntiva. No era por pudor el decir que no, pero sí tenía que pensar qué hacer con mi imagen. Me pregunté qué me daría. Entonces fue cuando esta persona me dijo: "debes pensar qué ganarás haciendo un papel de segunda o tercera parte que incluye un desnudo. Si realmente no lo quieres hacer, no lo hagas. Son de esos pasos en la vida en los que es necesario tener todo muy bien definido. Hay que ser verdadero con uno mismo".
Mi decisión fue no actuar en la película.
Jose Antonio Fernández: ¿Has rechazado más papeles de los que has aceptado?
REBECCA JONES:
Yo creo que mitad y mitad.
Hace tres meses me invitaron a posar para Playboy. Considero que no es algo que vaya con mi imagen. Yo no quiero que la gente piense que tengo que encuerarme en una revista para estar presente. Por mucho que sea Playboy, ¿para qué? En eso sí estoy bien clara, y por eso yo creo que Epigmenio Ibarra y toda esta bola de locos de Argos saben que soy coherente. Que no me rijo por los escándalos y no tengo que hacer malabares o pararme en Reforma para que la gente me voltée a ver. Y eso a mí me da mucho gusto. El que yo entre a un lugar y haya respeto hacia mí, me satisface y me agrada. Yo no estoy de moda, la gente ya sabe quien soy: una actriz.
Jose Antonio Fernández: ¿Sientes que existe hoy una comunidad artística que se comunica y tiene unión?
REBECCA JONES:
La gente que es triunfadora y la hace es con la que yo me puedo llevar, porque los demás son una bola de frustados. Es la verdad. Entre ellos hay mucho odio y rencor. Tengo muchos amigos en el ambiente, algunos que la hacen y otros que no tanto. La gente que no tiene problemas de competencia no hay manera que no sean mis amigos, como Diana Bracho, Susana Zavaleta y Helena Rojo. Ellas son triunfadoras y no tienen amarguras en la vida.
El otro día fue a verme Olga Guillot al teatro y me dijo que la actriz de la que más se hablaba en todo México era de mí. Otra actriz me dijo que yo era la (Ana) Guevara del teatro.
Creo que la manera de que te respeten es primero siendo puntual, cosa que los chamacos de hoy en día no lo son. Tu ves a un López Tarso que siempre llega puntual a su llamado. Yo soy perfeccionista en mi trabajo y por eso exijo perfeccionismo de los que me rodean. Si no cumplen me pongo como loca. Como productora soy una fiera. No creo en el "esque", ¡es que nada! Si yo hago 36 personajes, no admito que se vaya la luz o se hagan bolas con el track.
Jose Antonio Fernández: ¿Por qué decides ser productora?
REBECCA JONES:
A mí no me gusta quedarme en mi casa a que me llamen. Me invento mis juguetes y creo en el teatro como un negocio, como una forma de vida. Por eso compré un espectáculo unipersonal, porque sé que es muy difícil montar obras grandes. Ya lo hice con Drácula y salí tablas después de un año.
Jose Antonio Fernández: ¿Qué pasa dentro de tí cuando en una telenovela no te gusta el camino que va tomando tu personaje?
REBECCA JONES:
Simplemente lo digo. Por ejemplo, protesté en la telenovela La vida en el espejo. Hablé directamente con Bernardo Romero, el escritor de la telenovela, y declaré a la prensa lo que no quería (cosa que le pudrió). Esto es lo que pasó: mi personaje le ponía el cuerno al marido. Fue la primera vez en la historia de la televisión que una mujer casada es infiel sin ser villana. Normalmente las que ponen el cuerno en las novelas son malas y matan a todos. En este caso era un ser humano que tenía una gran necesidad de escapar de lo que le estaba ahogando. Antonio Serrano, el director, me dijo que él quería que fuera una mujer fuerte y dijera ¡Ya llegué! Y eso no le gustó a Romero, el escritor. Y me dijo cosas como que las mujeres de las Lomas no se vestían con faldas de cuero, que no eran así. No lo acepté. Hubo un momento en la historia en el que mi personaje ya no la hacía porque no tenía hombres a su alrededor (ni marido ni amante). Protesté y le dije que estábamos mandando una señal equivocada a la sociedad planteando que la mujer sólo funciona cuando tiene un marido o un amante junto y que no puede subsistir sin los hombres. Porque mi personaje eras una mujer exitosa en la sociedad con marido y amante, pero cuando se quedó sola la contrataban únicamente para hacer concursos de tangas. Le dije que no me parecía su percepción de las mujeres. Tuvimos una discusión fuerte. En casa de Carlos Payán me dijo que yo le imprimía demasiado de mí a los personajes, y que debía entender que sólo era una mera intérprete. Le respondí que la Quinta de Beethoven no era igual dirijida por Von Karajan que por X. Que debíamos de ser claros. Que si esa era la intención, mejor pusieran en escena monos hablando.
Estoy convencida de que la interpretación es mitad alma, mitad escrito, mitad intuición y mitad físico. Por eso le rechacé ese personaje al señor Azcárraga. Por eso le dije al señor Mc Namara de Telemundo que me gustaba que rompieran con el estigma de que todos los mexicanos somos feos, chaparros y morenos.
Yo creo que hay que ser fiel en la vida a tu intuición, a tu tipo, a lo que sabes que puedes hacer y a lo que quieres. Hay que hacer cosas que dejen huella y de las que la gente se acuerde. No hay que ser chambista.
Jose Antonio Fernández: ¿Cómo percibes este asunto de que en México sólo Televisa y TV Azteca son los grandes contratadores de los artistas en México?
REBECCA JONES:
Hoy vivimos un duopolio. Tienen tratos maquiavélicos entre ellos. Ricardo Salinas Pliego tiene un trato con Emilio Azcárraga Jean. A mí Televisa no me puede...

 

Más de lo que dijo Rebecca Jones en entrevista

llamar nunca. Simplemente en Televisa no me pueden contratar y eso malbarata mi trabajo. Si aceptas hacer una historia (en TV Azteca) te pagan tanto y sabes que no te va a llamar la otra televisora. No te lo dicen, pero está implícito. Lo mismo pasa con Alejandro Camacho, sólo que a él le llaman de Televisa y no de TV Azteca.
Creo que tanto Televisa como TV Azteca tiene a Gobernación sentado aquí, mira, aquí.
Y mientras exista eso no van a pernitir que entren otras televisoras a México. Yo sé que quieren entrar Sony, Fox, Telemundo y otras. Pero mientras que las dos televisoras tengan sentada a la gran prostituta en las piernas, nada pasará.

Jose Antonio Fernández: ¿Cómo te sientes de hacer con Argos la telenovela Alma herida que es para el público de Estados Unidos?
REBECCA JONES:
Me da mucho gusto porque estoy trabajando para la pantalla más grande del mundo. Mi carrera en México no va a sufrir porque la gente ya sabe quién es Rebecca Jones.

Jose Antonio Fernández: ¿Qué le quisieras dejar a la gente como actríz?
REBECCA JONES:
Primero, que se entretenga. No creo en el mensaje en el arte. Pienso que el mensaje mata el arte. Creo que cada quien debe llevarse a su casa lo que quiere. Yo le digo a ese monstruo de mil ojos que es el público: si les gustó mi trabajo es que lo hice mal, y sí no les gustó lo siento porque ya pagaron su boleto.
El poder de tener al público en el puño es algo único.

Otras 19 respuestas de Rebecca Jones publicadas en exclusiva para Canal100.com.mx:

1.- No me da miedo irme a trabajar con Argos, porque el talento es un cheque al portador. A lo mejor peco de pedante, pero creo en mi talento y en que lo grande o chico de un actor no es ni el físico ni la edad, a pesar de que yo me cuido.
2.- Yo tengo gran seguridad en mí. Yo no terminé mal ni con TV Azteca ni con Televisa, ellos son los que se niegan .Televisa hace mucho que se niega. Hace mucho que me sacaron de la empresa y me tuvieron que indemnizar muy bien. Yo tenía una exclusividad y la indemnización fue el mejor negocio de mi vida. En eso fue que me contrató Argos para aparecer con TV Azteca.
3.- Ellos (Televisa y TV Azteca) son los que no me han querido tener en sus filas.
4.- Tengo un gran agradecimiento con Ricardo Salinas. Me queda claro que es una persona que me dio trabajo, pero también me queda claro que no me puedo quedar esperando a ver a qué hora terminan de hacer los reality shows para que se den espacios.
5.- No me gusta lo que está haciendo TV Azteca. Yo les he llevado propuestas y no les han interesado.
6.- Le voy a escribir una carta de agradecimiento a Ricardo Salinas y ya. Punto.
7.- Cuando hablé con Mc Namara quedó claro que la idea es que yo trabaje mucho con la cadena Telemundo.
8.- Para mí actuar es pensar. Yo no creo en el método de Stanislavsky, que es traer memoria emotiva para crear una sensación X. Esto significa que si tienes que llorar debes acordarte de lo más triste que te ha sucedido en la vida. Yo creo en otro método, el de pensar. Creo que cuando piensas las reacciones son reales. No necesito salirme a matar a alguien para sentir lo que siente un asesino. Si yo invento un pasado a mi personaje, solito se da. Entonces no tengo que actuar, sino que es el personaje el que me invade. En cambio, si yo dejo de pensar, si yo no escucho a mi interlocutor o a mis pausas y a mi situación, entonces empiezo a buscar recursos de oficio, y de esos tengo muchísimos, pero esos son trucos. A mí me da flojera truquear, lo que me gusta es la verdad escénica, y si no piensas esa verdad escénica no se da.
9.- En el teatro hay que hablar por derecho: lo que quiere decir que no digas las cosas y luego las pienses, sino al revés, debes decirlas porque las pensaste.
10.- Cuando trabajo con un director joven le doy el beneficio de la duda, pero en el primero momento en el que veo que se hacen bolas entonces sí protesto (y me ha pasado con directores que no necesariamente son jóvenes).
11.- El mejor director es el que escucha. Y también es indispensable que tenga claro lo que quiere. A mí me gusta que me lleven de la mano, pero me desespera mucho si no tienen método.
12.- Tener claro lo que quiere un director es que sepa el lugar en el que colocara la cámara y el tono del actor. Me gusta que sepa expresar lo que quiere, ya sea con palabras, movimientos o actitudes. También espero que un director tenga buen gusto y coherencia.
13.- A mí no me interesa ser la princesa del cuento ni salir en todas las escenas. Lo que espero es aparecer en escenas contundentes, bien producidas y con buenos actores alrededor.
14.- Yo puedo salir desnuda en una película y espero que se realice con clase.
15.- Yo no estoy peleada con el dinero, a mí me encanta el dinero. Creo que el arte no está peleado con lo comercial.
16.- Muchos olvidan la promoción, y la promoción es importantísima.
17.- Me gustaría hacer un Shakespeare o un Tenesse Williams (nunca he actuado en una de sus obras).
18.- Yo no tengo ningún interés de lanzarme a la política.
19.- Sí me siento muy mexicana. A México no lo cambio por nada.

Últimas dos respuestas de Rebecca Jones publicadas en exclusiva para Canal100.com.mx


José Antonio Fernández: Te siento muy segura de tí misma.
Rebecca Jones: Mi papá y mi madre me lo enseñaron. Me enseñaron que si tú no crees en tí, nadie va a creer en tí. Seguramente estoy sonando presumida, horrendamente sangrona y poco modesta, pero lo que digo es cierto, y eso se paga con muchos años de trabajo, con muchos éxitos y fracasos, caídas y levantadas. Por eso hosy me puedo dar el lujo de hablar de mí de esa forma, porque no me lo estoy inventando. Porque me doy cuenta de lo que se dice en la calle y la forma en la que se expresan de mí.

José Antonio Fernández: ¿Te sientes lo suficientemente reconocida?
Rebecca Jones: Sí, definitivamente sí. Y cuando el público llega a la función de teatro y paga su boleto por verme en escena, es cuando me siento más reconocida.




Otras
Entrevistas con:
FERNANDO GAMBOA / Secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Campeche
CARLOS SLIM / Empresario e Ingeniero
Germán Bracco / Actor
SANDRO HALPHEN / Corporativo Premiere Entertainment Group (PEG)
EUGENIO CABALLERO / Director de Arte
FREDY Y LA CARACOLA
COLUMBA VÉRTIZ / Reportera
OMAR CHAPARRO / a
MARÍA NOVARO / Directora de Imcine
ANGÉLICA LARES / Directora de El Taller de El Chucho
Arcelia Ramírez / Mejor Actriz
DANIEL BIRMAN RIPSTEIN / Director
Luis Estrada / Director
FEDERICO ALARCÓN CREMOUX / creativo, productor y director
Claudia Goytia / Actriz y maestra de actuación
Luis Felipe Ybarra / Escritor / Guionista
ENTREVISTA HISTÓRICA
HUMBERTO PADGETT / Reportero
MANUEL VILLAGRÁN / Productor
JOSÉ ANTONIO VALDÉS PEÑA / Analista y Crítico de Cine
JAIME MAUSSAN / Reportero
RAFAEL MONTERO / Guionista y Director
MÓNICA CORRAL / estrella de YouTube
TOÑO HURTADO / creador de Tachidito
SANDRA BECERRIL / Escritora
OLIVER MENESES / Maestro del cartél
LEONARDO GARCÍA TSAO / Crítico de cine
Fabián Corres / Actor
Paco Prieto / Comunicólogo
Ricardo Arnaiz es Creador y Director...
Óscar Cadena merece todo nuestro reconocimiento... / Conductor
HABLANDO DE... / Director
KARINA GIDI / Actriz
IGNACIO LÓPEZ TARSO / Actor
3 DÉCADAS DE FRASES / personalidades de la industria audiovisual
LUIS DE LLANO MACEDO / Productor de televisión
DANNY TREJO / Actor
BENJAMÍN MÉNDEZ / Director Relaciones Publicas
COLOR Cassettes promueve Pocket 6K Pro, cámara cinematográfica digital portátil
COLOR Cassettes promueve Cinema Line FX3 Sony, fácil de transportar y usar
LAURA GARCÍA / protagonista de La Dichosa Palabra
RAFA LARA / guionista... / editor, productor, showrunner de series y director,
MARÍA JOSÉ CADENA / ÓSCAR CADENA / figuras en pantalla del canal EncadenaTV
Irlanda Maya / Reportera
Leticia Salas / Directora del Canal 14 SPR
Iván Trujillo / Director General TV Unam
Pachis / Standupera / Actriz
Gabriel Torres / Director del Canal 44 de la Universidad de Guadalajara / Presidente de ATEI
Mauricio Alatorre / Director de RCG Media
Arturo Sastré / Mercadólogo, Productor, Publicista...

Votación Sondeo
No hay votaci�n en este momento 1

 

       


6PM FILMS SONY-STD Panasonic STD

   
 Secci�n Revista Virtual Telemundo Entrevistas