Guillermo Arriaga es el primer escritor mexicano que gana la Palma de Oro del
Festival de Cannes. La ganó por el guión de la película
Los tres entierros de Melquiades Estrada, dirigida por Tommy Lee Jones.
Otros mexicanos que han obtenido la Palma de Oro antes son: Emilio El Indio
Fernández, por la película María Candelaria, Carlos Carrera
por el corto El Héroe, y Luis Buñuel (mexicano de corazón)
que conmocionó en varias ocasiones a Cannes. Con Los Olvidados lo hizo
de por vida.
Usted puede leer otras dos conversaciones con Guillermo Arriaga, en las que
habla de Amores perros y 21 gramos, en el apartado Entrevistas de la sección
Revista Virtual de Canal100.com.mx.
José Antonio Fernández: Quiero iniciar con una pregunta que dé
continuidad a la entrevista anterior
Te pregunto: ¿qué pasó por tu cabeza luego del estreno
de 21 gramos? No fue tan arrolladora, desde el punto de vista fama y notas en
los periódicos, la televisión y la radio, como Amores perros.
Aclaro que no estoy diciendo que le fue mal a 21 gramos, de hecho logró
meter dos nominaciones al Oscar, lo que ya es mucho decir.
Guillermo Arriaga: 21 gramos es una película
mucho más arriesgada que Amores perros. No le fue mal. En términos
económicos metió tres veces lo que recaudó Amores perros.
21 gramos no fue un gran impacto en México, pero sí la vieron
un gran número de espectadores. A nivel mundial a la película
le fue mucho muy bien. La crítica nos trató de maravilla. El New
York Times dijo que era la joya que coronaba el año. Se llevó
el premio a Mejor Actor en Venecia, ganó el César francés
a la Mejor película extranjera y obtuvimos 4 nominaciones al BAFTA (los
máximos premios ingleses), una de ellas
al mejor guión.
José Antonio Fernández: ¿Por
qué consideras que 21 gramos es más arriesgada que Amores perros?
Guillermo Arriaga: La estructura narrativa es
mucho más arriesgada que la de Amores perros.
En 21 gramos se hizo algo que nunca antes se había visto en ninguna película,
que es el que ninguna escena tenga que ver con la anterior ni con la siguiente
en términos temporales. Ninguna. No hay escenas consecutivas temporales.
Y que todo este rompecabezas temporal sea entendido por un espectador y que
emocione, me parece una apuesta muy grande.
José Antonio Fernández: ¿Cómo
hiciste la estructura de 21 gramos, como si fuera un mapa?
Guillermo Arriaga: No, nunca hago mapas. Yo escribo
sobre el instinto. Cuando siento un corte lo pongo. Mucha gente cree que escribí
21 gramos en forma lineal y después la moché y acomodé.
Pero no fue así. Hay otros que le dan el mérito al editor, lo
cual me entristece.
José Antonio Fernández: ¿La película que vemos es
exactamente la que escribiste en el guión?
Guillermo Arriaga: No exactamente, porque siempre
se reacomodan piezas, pero te puedo decir que el 95 por ciento de la película
es como estaba en el guión de inicio. Es la estructura que la sostiene.
Yo la pensé muy cuidadosamente. A algunos les puede parecer fácil,
pero que entiendas una historia con todo ese mosaico temporal y que además
te conmueva como espectador, a mí me da una gran enmoción.
José Antonio Fernández: Con Amores
perros saltas al escenario internacional y con 21 gramos te conviertes en un
escritor internacional. ¿En dónde y cómo conoces a Tommy
Lee Jones?
Guillermo Arriaga: Después de Amores perros
recibí varias llamadas, una de ellas fue de Tomy Lee Jones. Me contactaron
para decirme que Tommy quería trabajar conmigo en un remake de una película
(volver a hacer un cinta). Recibí el cassette, lo vi y les respondí
que yo no hacía remakes. Entonces me llamó a mi celular y me dijo:
"hola, soy Tommy Lee Jones. Me gusta mucho Amores perros y quiero que nos
conozcamos y platiquemos. Quiero mucho y me interesa México".
Me dijo que el guión de Amores perros le parecía el mejor de los
últimos 30 años.
La semana siguiente viajé a Los Angeles. Me llamó mi mujer y me
dijo que Tommy me andaba buscando para invitarme a cenar. Y me dio un celular.
Lo contacté y fui a la cena. Hablamos de cacería, que es una pasión
que compartimos. Me invitó a su rancho. Llegué y me puso un chef
y un guía. Cacé un venado (dentro de su rancho). Tommy me dijo:
"el chef, el guía y la cacería no es normal, lo estoy haciendo
para tí porque quiero trabajar contigo. Me interesa. Lo que tú
escribas se va a hacer. Y te respeto tanto que escribe lo que quieras de lo
que quieras, lo único que te pido es que yo sea el protagónico".
Le respondí que yo tenía una obsesión por la frontera.
El vaquero del rancho era mexicano. Luego en la cena me contó que habían
asesinado un mexicano americano por error. Le confirmé que a mí
me preocupaba esa historia.
Me fui de su rancho y seis meses después cenamos en Los Ángeles.
José Antonio Fernández: ¿Te
le desapareciste 6 meses sin hacerle ni una sóla llamada?
Guillermo Arriaga: Sí. Yo me fui a trabajar.
José Antonio Fernández: ¿Le
llevaste algo a esa cena en Los Ángeles?
Guillermo Arriaga: Sí, le conté
la historia. Ya la tenía. Tommy Lee invitó a mis hijos al set
de Hombres de negro. Trabajé en el guión y se lo entregué
en español. Lo leyó. Me dijo que le parecía muy hermoso.
Entró Michael Fitgerald como productor.
José Antonio Fernández: ¿Habla
español Tommy?
Guillermo Arriaga: Sí, con un acento norteño.
Creció en Mitland. Toda su infancia y adolescencia creció con
mexicanos. Es texano.
El guión se tradujo. Tommy Lee le metió mano a los diálogos
para que sonaran más texanos.
José Antonio Fernández: ¿Tommy
le hace modificaciones importantes al guión?
Guillermo Arriaga: No. El guión era un
poco más largo y tenía una historia de corrupción. Sugirió
quitarla y quedó fuera. Sólo se hizo ese cambio.
J.A.F.: ¿Tú sabías que Lee
Jones sería el director de la película?
Guillermo Arriaga: Sí, desde el principio.
Yo vi en Tommy una necesidad de reinventarse, de hacer algo que valiera como
arte. Quiere hacer una carrera como director que tenga arte.
Cuando cené con él le pregunté cuál era su autor
norteamericano vivo favorito, y me dijo:
Conrad Mc Carthy. Le respondí que para mí también.
Luego fui a su casa a San Antonio y anduvimos recorriendo trailer parks que
me fascinan. Todo ese mundo me llama mucho la atención. Fuimos también
juntos a ver las casas de los mexicanos en San Antonio. Le dije que estábamos
en el mismo canal, que queríamos hablar de lo mismo.
José Antonio Fernández: ¿Cuánto
tiempo dedicaron a hacer esos recorridos juntos?
Guillermo Arriaga: Yo fui a San Antonio montones
de veces. Íbamos de cacería y platicábamos. Tenía
dos ranchos, uno ya lo vendió, el grandote. Ahí se filmó
la película. Era un rancho de miles de hectáreas, para donde volteabas
era de él. Un rancho muy hermoso. La tierra del rancho no es para siembra.
Es muy árido.
José Antonio Fernández: ¿Cuánto
te tardas en escribir el guión?
Guillermo Arriaga: Un año en total. Durante
el tiempo que lo escribí sólo lo contacté dos veces. Lo
empecé a ver más mientras se hacía la traduccción
y preparaba la película. Habré viajado más de 20 veces
a San Antonio.
José Antonio Fernández: ¿El
guión de Los tres entierros de Melquiades Estrada también tiene
una estructura narrativa compleja?
Guillermo Arriaga: A mí no me gusta hacer
estructuras complejas porque sí. En el caso de Los Tres entierros de
Melquiades, fue tratar de representar la confusión de un personaje sobre
un asesinato. Son líneas de historia. En la primera parte ves una línea
de historia y en la segunda se proyecta la misma historia pero contada en el
pasado desde otro punto de vista, mientras sigue avanzando la otra historia.
Hay un momento en el que todas estas historias confluyen en una sóla
y se convierten en un viaje.
La primera hora de la película es qué sucede alrededor del asesinato,
y la segunda hora es un viaje contado en forma lineal.
José Antonio Fernández: ¿Te
gusta jugar con ese concepto de simultaneidad de la vida? De que ahora puede
estar pasando algo en otros lados que afectará nuestras vidas.
Guillermo Arriaga: Me gusta porque hay muchos
puntos de vista. De una pelea o de un accidente hay distintos puntos de vista.
A mí me interesa ver por qué hay diferentes verdades. Yo no creo
en la verdad absoluta, hay siempre verdades distintas.
José Antonio Fernández: ¿Cómo es tu relación
de trabajo con una gran estrella de Hollywood como lo es Tomy Lee Jones?
Guillermo Arriaga: Es una relación de
respeto. Él me llamó y me dijo que admiraba mi trabajo.
Tommy intimida mucho a la gente, a mí no. Es un tipo poderoso. Mide 1.86
y está muy fuerte. Su mirada es poderosa. Es muy bronco. Fácil
es que cuando alguien le sugiere algo le responda: "no lo voy a hacer así
porque no se me hinchan los huevos". Obvio es que intimida a la gente.
Pero yo sí le respondo y eso hace una buena relación. Yo sí
le digo que a mí también se me hinchan. Y entonces me responde:
"pues estás equivocado, pinche Arriaga". Y yo le replico: "pues
tú también, así es que está cabrón".
Es curioso, cuando discutíamos así le daba risa. Lo que sucede
es que Tommy no es un tipo duro, en realidad es un hombre sensible. Pero está
acostumbrado a que todo el mundo le diga: sí.
Un día estaba yo neceando con una parte del guión. Ya calmados
le pedí una disculpa. Me dijo: "si por algo te respeto es justo
por eso. Ya estoy cansado de toda la gente que sólo me dice: sí.
Ten la seguridad de que si se dan momentos difíciles, créeme que
siempre serán en un ámbito de respeto. No hay bronca".
José Antonio Fernández: ¿Platicaban
de la película también cuando iban de cacería?
Guillermo Arriaga: Cuando cazábamos se
daba un poco más de relax. Pero a veces nos íbamos él y
yo solos en la camioneta y hablábamos mucho de texturas, luz, lentes,
lugares y casting. Hubo mucho diálogo. Es muy importante platicar con
un director, porque estás haciendo una obra junto con él.
A San Antonio habré ido por lo menos unas 20 veces. Y de ahí llegamos
a viajar también a Miami.
Entraba por San Antonio y a veces salía de Estados Unidos por Nueva York,
Los Ángeles o Miami.
Tenía otras citas.
Me ha tocado ir a Los Ángeles a comer y al día siguiente estar
comiendo en Miami. Así es el manejo.
José Antonio Fernández: ¿Qué
proyecto de cine estás haciendo ahora?
Guillermo Arriaga: Produzco para cine mi novela
El búfalo de la noche. El director es Jorge Hernández.
José Antonio Fernández: ¿Por
qué seleccionaste a Jorge Hernández como director?
Guillermo Arriaga: Fui jurado en un festival.
Vi un corto y dije: "¡ah, caray!" Tú has sido jurado
y sabes que de pronto surge una joya que destaca por mucho de las demás.
En ese momento pensé: yo quiero trabajar con este director.
José Antonio Fernández: ¿Por
qué no diriges tú El búfalo de la noche?
Guillermo Arriaga: Por la necesidad de la distancia.
Necesitaba alguien que fuera más objetivo que yo. Estoy obsesionado por
una película que quiero dirigir. No la he escrito pero la tengo en la
cabeza.
Es curioso, pero ganó muchísimo más como escritor que como
director. Como director, aunque yo la escriba, me ofrecen mucho menos.
Yo quiero concentrarme en mi carrera como escritor de cine, luego dirigir y
después dedicarme a la literatura.
José Antonio Fernández: ¿Qué
sucede cuando se estrena en Cannes la película Los tres entierros de
Melquiades Estrada?
Guillermo Arriaga: Te voy a contar. En Venecia
tuvimos un aplauso de cinco minutos cuando se estrenó 21 gramos. Fueron
5 minutos de pie.
Yo estuve en la edición de Los tres entierros de Melquiades Estrada.
Somos amigos Tommy Lee Jones y yo. Cuando la estrenamos en Cannes nos programaron
para ser la última película del Festival. Nadie sabía qué
iba a ver. No se lo esperaban. Había críticas severas en Cannes
que decían que la película se había metido en competencia
sólo para darle juego como director a una estrella de Hollywood, como
lo es Tommy (antes él había dirigido sólo una película
para televisión; era su primer largo).
En Cannes el público es muy duro. Te pueden abuchear y destrozar. Entré
por primera vez por la alfombra roja caminando junto al director y los actores
(te aclaro que con 21gramos entré al salón por otra puerta). Tommy
me invitó. No me ha regateado nada, ni él ni los productores.
Donde da una entrevista él yo doy otra. En la alfombra roja había
"mil fotógrafos" de cada lado. La emoción y la adrenalina
están al máximo. Yo ya había visto la película y
estaba seguro de que iba a conmover. Cuando la película terminó
y empezaron a pasar los créditos de Los tres entierros de Melquiades,
la gente empezó a aplaudir y se siguieron así 15 minutos. Encendieron
las luces y mucha gente lloraba y aplaudía. Fueron aplausos y aplausos
y aplausos. En ese momento es cuando dices: si hacer cine te trae estas cosas,
yo quiero seguir haciendo cine toda mi vida. Dejarlo sería muy difícil.
La gente aplaudía y no se salía de la sala. Estaban de pie.
En Cannes estuve en todas las entrevistas junto con Tommy. Fue una gran experiencia
que no viví con 21 gramos.
José Antonio Fernández: ¿Cómo
te explicas lo que te sucede? Y te pido que me lo digas modestia aparte. Porque
no es común que un escritor cobre tal relevancia como la que ya tienes,
que prácticamente te colocas junto al director.
Guillermo Arriaga: Ha sido una lucha para decir
en voz alta: hay también autores. Esto también es una autoría.
Lo he defendido mil veces y tú lo sabes. A lo mejor hay guionistas que
no consideran que son autores, que piensan que lo que hacen es trabajar para.
Yo veo las cosas distintas, siempre he dicho que yo trabajo con.
Además, algo verán en mis historias que las sienten distintas
a las demás. Por eso estoy ya decidido a sólo escribir historias
mías. Cometí el error de reescribir un guión ajeno y me
fue muy mal.
José Antonio Fernández: ¿De
qué guión hablas?
Guillermo Arriaga: Me invitaron a reescribir
el guión de El Club de los Compradores de Dallas y fue un desastre. Me
fue muy mal. Ya no estoy considerado en el proyecto. Fue con Brad Pitt. Hice
mi mejor esfuerzo pero no fue el guión que el estudio esperaba. Ellos
querían algo como Una mente brillante, y ni Brad (Pitt) ni yo, que platicamos,
consideramos que era así. No he podido hablar con Brad (Pitt) de lo que
sucedió con ese guión.
José Antonio Fernández: ¿Qué
te decían los periodistas en Cannes? ¿Por qué querían
entrevistar a Guillermo Arriaga?
Guillermo Arriaga: Es muy difícil responder
lo que preguntas. Trataré de decirte algo: siento que hay una visión
que no han visto en otros lados. Una visión del ser humano que no les
es común. Una visión que va un poco más allá. Así
lo sienten.
Una cosa importante es que me parece que mis guiones se cuentan bien. Podrán
ir para atrás y para adelante, pero la historia se cuenta. Creo que emocionan
las tres películas (Amores perros, 21 gramos y Los tres entierros...).
Entristecen. En el caso de Los tres entierros la gente se ríe mucho,
es hermana gemela de Un dulce olor a muerte. Además, ven una originalidad.
Me preguntaban en las entrevistas: "¿de dónde sacas las historias?,
¿cómo la hiciste?" y cosas por el estilo. Algunos me decían:
"es la historia de mi vida".
José Antonio Fernández: En 21 gramos
me dijiste que no metiste ninguna broma porque simplemente no cabían
en ningún momento. Además, me comentaste que había que
tener cuidado con el humor. ¿Por qué en Los tres entierros de
Melquiades Estrada si hay humor?
Guillermo Arriaga: En México somos maestros
del humor negro. La historia se presta para el humor negro.
José Antonio Fernández: ¿Qué
más pasó la noche del estreno de Los tres entierros de Melquiades
Estrada en Cannes?
Guillermo Arriaga: Luego de la proyección
me encontré en el elevador a Kustorika (el director yugoslavo realizador
de "Gato negro, gato blanco", jurado en Cannes). Me dijo: te veo mañana
en la noche. Al día siguiente era la premiación justamente por
la noche, pero yo tenía programada mi salida al mediodía. Mi avión
salía a la una. Nos esperamos hasta el último momento para que
alguien del Festival nos dijera que nos quedáramos. Pero la llamada no
llegó. Pierre Ange, uno de los productores me dijo que me fuera.
El aeropuerto de Niza está a una hora de Cannes. Nos fuimos en un taxi
que iba vuelto madres por todas las curvas que tiene esa carretera. Íbamos
Barry Peper y su esposa, Maru (mi esposa) y yo. A cinco minutos de llegar al
aeropuerto suena el teléfono. Era Pierre Ange, el productor. Me dijo:
Guillermo, no puedes tomar el avión, el Comité Organizador del
Festival me dice que no te vayas. Le pedí que le preguntara al Comité
si era yo el que debía quedarme, porque tenía que hacer otras
cosas en México. Me respondió que sí, me pedían
que me quedara.
Dejamos a Barry Peper en el avión y regresamos a la Villa. La cosa estaba
muy tensa. Cuando llegué el Juardo estaba discutiendo darle un premio
mayor a la película, y entonces eso me dejaba a mí fuera de la
posibilidad del premio al Mejor Guión, porque así son las reglas
del Festival.
Saqué de las maletas mi traje que estaba todo arrugado y así me
lo puse. Ya no había tiempo para plancharlo. Yo no sé hacer nudos
de corbata. Le pedí a alguien que me hiciera el nudo. No me di cuenta
que la corbata me había quedado a la mitad de la panza... (que
así se ve en las fotos)
Más de lo que dijo Guillermo Arriaga
en exclusiva para CANAL100.com.mx
Cuando iba entrando estaban unos mexicanos que me gritaron cosas en apoyo. Traían
una banderita de México. Se las pedí. Me la dieron. Unos productores
me dijeron que no la sacara porque en Cannes eso no estaba bien visto. Cuando
recibí el premio me eché un speech en mi mejor inglés:
dije que un guión siempre es parte del trabajo de mucha gente, y que
mi guión había sido el mejor gracias a la participación
de los actores que con su presencia le habían dado vida a mis personajes.
Agradecí a Michael Fitzgerald por su gran sabiduría. Fitzgerald
estuvo todo el tiempo en la película. Y también agradecí
a Tommy Lee Jones, sin cuya generosidad y participación ese guión
no habría sido el guión que fue. Agradecí a mis padres,
a mi esposa, diciendo que sin ella nada hubiera sido posible y que ella es coescritora
de mis guiones, y también agradecí a mis hijos. Y al final dije
que el premio lo dedicaba a todos los mexicanos, especialmente a todos los que
tienen que cruzar la frontera para tratar de trabajar decentemente en otro país.
Luego saqué la banderita y me aplaudieron mucho.
José Antonio Fernández: ¿Por qué quisiste sacar
la banderita?
Guillermo Arriaga: Porque traigo a México tatuado. Mis novelas
y mis historias son tremendamente mexicanas. No puedo dedicarle un premio a
todos los mexicanos sin demostrárselos. Y ahí tuve la oportunidad.
José Antonio Fernández: ¿Qué te dijeron cuando bajaste
del estrado?
Guillermo Arriaga: Hablé con el jurado. Kustorika me dijo: fue
unánime. Nos tardamos dos minutos en dar tu premio, todos los demás
premios fueron discutidos.
Fui a la fiesta y platiqué con Salma, a quien quiero mucho, con Javier
Bardem, a quien también quiero y admiro, y con Penélope (Cruz),
que es muy amiga mía. Hablé con mucha gente ahí.
José Antonio Fernández: Quiero que tú
me digas: ¿qué otros mexicanos se han ganado la Palma de Oro?
Guillermo Arriaga: Carlos Carrera por su corto El Héroe, y en
largometraje Emilio El Indio Fernández, por María Candelaria,
y yo por los Tres Entierros de Melquíades Estrada. También Buñuel
ganó por Los Olvidados, el Gran Premio del Jurado, por Nazarín
ganó Mejor Director y Viridiana fue Palma de Oro.
José Antonio Fernández: Quise que tú
dijeras los nombres para preguntarte ahora: ¿qué se siente que
tu nombre aparezca hoy junto con el de El Indio Fernández, Buñuel
y Carrera?
Guillermo Arriaga: Una gran alegría. Tantos desvelos y tantas
horas allá abajo, en mi estudio, valen la pena.
José Antonio Fernández: Se te ha festejado
mucho.
Guillermo Arriaga: Mucho, en verdad mucho. Te puedo decir que se dice
que en este país no se reconocen los logros, pero yo te puedo decir que
no ha sido mi caso. La gente ha sido extremadamente generosa conmigo. He recibido
reconocimientos de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores,
y otro más de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Me han hecho muchísimas entrevistas. Cuando llegué al aeropuerto
empezó a sonar mi teléfono. Contestaba una entrevista para radio
y tenía 26 llamadas perdidas. No dejó de sonar mi celular ese
lunes que llegué.
José Antonio Fernández: Hace 5 ó
7 años no eras amigo ni de Penélope Cruz ni de Brad Pitt, tampoco
de Tommy Lee Jones. ¿Ha cambiado tu vida personal todo esto que estás
viviendo?
Guillermo Arriaga: Como diría García Márquez: yo
escribo para que me quieran. Para tener más amigos.
José Antonio Fernández: ¿El gran
éxito internacional que tienes hoy ha distorsionado tu vida?
Guillermo Arriaga: No, sigo viviendo en la misma casa. Tengo la misma
mujer y los mismos hijos. Los mismos amigos. No, realmente no. Sí cambia
en un sentido profesional, pero en un sentido de fundamento (sic) las cosas
siguen igual.
Si tengo nuevos amigos como Brad Pitt y Salma Hayek, lo que me parece maravilloso.
José Antonio Fernández: ¿Qué
te dice tu esposa?
Guillermo Arriaga: Mi mujer lo comparte como si fuera suyo. Y eso me
gusta porque tiene tanto mérito como yo. Mis hijos me dicen: "Ya
bájale, ni que fuera para tanto".
José Antonio Fernández: ¿Quién
lee tus guiones primero?
Guillermo Arriaga: La primera que los lee es mi esposa. También
los leen mi padre y mi hermana Patricia. Y amigos cercanos también los
leen, como Lorenzo Vigas, Jorge Hernández, Patricio Saiz, Adrián
Zurita, Mónica Avín y Luis Morales. Todos ellos son gente en las
que creo que siempre me acompañan.
José Antonio Fernández: ¿Terminan
Los tres entierros y qué sigue para Guillermo Arriaga?
Guillermo Arriaga: Alejandro González Iñárritu está
terminando Babel, que es la tercera parte de la trilogía que inició
con Amores perros.
José Antonio Fernández: ¿Participas
también de cerca en la edición de Babel?
Guillermo Arriaga: No, nuestras agendas se cruzaron.
Estoy produciendo mi novela El Búfalo de la noche y escribiendo dos guiones
que serán realizados en Estados Unidos.
José Antonio Fernández: ¿Los dos
nuevos guiones serán dirigidos por González Iñárritu?
Guillermo Arriaga: No.
José Antonio Fernández: ¿En la producción
de El Búfalo de la noche recibes apoyo de Imcine?
Guillermo Arriaga: No, y aclaro que no es porque no me lo hayan ofrecido.
Sencillamente me siento responsable del dinero. He visto manejos muy irreponsables
del dinero de Imcine y eso no me gusta nada. Gente que cree que porque les dan
dinero pueden dilapidarlo.
José Antonio Fernández: ¿Serás
escritor siempre?
Guillermo Arriaga: Escritor de guiones, director y productor de cine.
Y regresar a mi carrera literaria. Imagino dirigir un par de películas.
A mí me interesa mucho mi carrera como escritor de literatura. Acabo
de estar en Italia en donde presenté una de mis novelas que fue traducida
a 9 idiomas. Vale la pena ser novelista. Una revista francesa me pone como uno
de los 50 escritores clásicos de este siglo.
José Antonio Fernández: Ya hay expectativa
por ver tus películas. La gente esperta ya Los tres entierros, luego
Babel y así seguirá la expectativa por ver las historias que se
le ocurren a Arriaga.
Guillermo Arriaga: Viene mi novela Los sapitos.
José Antonio Fernández: ¿Sigues
escribiendo de noche?
Guillermo Arriaga: El guión de El Búfalo lo escribí
en trenes, aviones y hoteles. En donde pude.
Ya escribo en computadora. Desde 21 gramos lo hago así. Dejé desde
entonces mi vieja máquina de escribir en la que hice Amores perros.