Ya no son tiempos del todo o nada. Las partes debemos ceder para crear la nueva Ley de Radio y TV
Publicada en la Revista
no. 81 el 15 de febrero 2005
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Por José Antonio Fernández
F.
Javier Corral es el político mexicano que con mayor fuerza e insistencia
ha querido modernizar la Ley de Radio y Televisión. Afirma que si se
aprueba la nueva ley los concesionarios van a resultar beneficiados, en tanto
el sistema de concesiones se habrá institucionalizado, es decir, obedecerá
a reglas claras y ya no a las relaciones personales entre los concesionarios
y los políticos con poder en turno.
Pero la propuesta de nueva ley de Radio y Televisión, también
conocida como Ley Corral, busca que aparezcan una o dos cadenas de televisión
más que compitan contra Televisa y TV Azteca, lo que, sin duda, inquieta
a los grupos que encabezan Azcárraga Jean y Salinas Pliego. Obvia resulta
la inquietud porque hoy son cadenas rentables que viven una buena época
financiera.
Aquí una entrevista con Javier Corral en la que habla claro de las pretensiones
de la nueva Ley, y en la que precisa su posición: "no se trata de
el todo o el nada, dice Corral, lo que hay que buscar son consensos; yo no quiero
el todo, pero tampoco estoy de acuerdo con el nada". Es decir, Corral está abierto para que el proyecto
de nueva Ley tenga modificaciones, pero de ninguna manera está a favor
de que la industria de la radio y la televisión siga regida por la actual
Ley que tiene ya varias décadas de vigencia.
Usted puede leer una entrevista anterior con Javier
Corral, en la sección Entrevistas de Canal100.com.mx, en la que cuenta,
entre otras muchas cosas, cómo se hizo político, cuál ha
sido su trayectoria, cómo sobrevivió a un accidente aéreo
y cómo empezó a interesarse en el asunto de los medios de comunicación.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
como político tienes hoy un interés especial por la radio y la
televisión?
Javier Corral:Porque considero que los medios
de comunicación son un pilar fundamental de la democratización
del país. Son una pieza clave en la formación de valores. Porque
complementan la tarea educativa de los padres de familia, aunque aclaro que
no les otorgo la función educativa, pero sí subrayo que son complementarios.
También porque son un instrumento esencial en la difusión de la
cultura y la conciencia nacional. Y por el poder indudable que tienen los medios
de comunicación de moldear a la sociedad y por su capacidad de seducción
y de influencia. Y porque muchas de las batallas políticas, sociales
y jurídicas se están dirimiendo en los medios de comunicación.
Creo que un marco legal moderno y democrático que asegure libertades
y seguridad jurídica a los concesionarios, pero también responsabilidad
social y derechos de los ciudadanos, puede consolidar un sistema democrático
real.
Ese marco legal debe garantizar una democracia verdaderamente informada y con
equilibrios reales.
José Antonio Fernández: ¿Reconoces
que tanto Televisa como TV Azteca han venido cambiando?
Javier Corral:Sin duda. Han cambiado en muchos
sentidos para bien, aunque todavía considero que tienen algunos problemas
serios en su manejo.
José Antonio Fernández: ¿En qué
reconoces que ha cambiado Televisa?
Javier Corral: Es más abierta para tocar
muchos temas, aunque la apertura está ligada al escándalo, a lo
negativo. Hablan poco de las cosas buenas. Creo que a veces quieren ser más
poder que medio. Los jóvenes de Televisa le han venido jalando fuertemente
los bigotes al poder.
José Antonio Fernández: Pero ellos (Televisa)
han logrado ser un medio creíble. ¿Qué tendrían
que hacer ellos, entonces, sino buscar fuerza en sus noticieros?
Javier Corral: Yo creo que la televisión
debiera replantearse su papel como intermediario de la sociedad, pero hoy quiere
actuar como un actor que defina y privilegian el escándalo y el mercantilismo.
Y TV Azteca es una cadena que actúa en ocasiones más por consigna.
José Antonio Fernández: Antes la población
se enteraba de los escándalos políticos por rumores, pero hoy
esos escándalos salen en la televisión y en los periódicos.
Javier Corral: El problema es que es una televisión
que ha privilegiado el escándalo y el mercantilismo. Ése es el
interés fundamental. Sí ha cambiado, porque yo vi antier a Cuauhtémoc
Cárdenas en televisión, mientras que en 1988 nunca apareció
en pantalla.
José Antonio Fernández: López Obrador
sale diario en los noticieros.
Javier Corral: López Obrador sale más
en Televisa que Fox. Pero hay que ver hacia donde van. Yo creo que el tema fundamental
es el mercantilismo. No podemos seguir con ese tonel sin fondo, porque ya hemos
visto lo que tuvieron que hacer los Amigos de Fox, el Pemex Gate y Bejarano
para completar para el chivo.
José Antonio Fernández: Pero la televisión
es muy cara, es un hecho que lo es. Necesita mucho dinero para sobrevivir.
Javier Corral:La televisión privada,
y hablo de Televisa, tiene ingresos por 2,100 millones de dólares al
año. ¿Esa es la televisión pobrecita?
José Antonio Fernández: Yo no digo que
sea pobre, lo que es un hecho es que la televisión necesita mucho dinero
para desarrollarse. Es un medio que en un sólo momento puede llegar a
toda la población y por eso es que puede ser un gran negocio.
Javier Corral: Sé que el producir cuesta.
Nadie se opone a que sea negocio y a que compitan, pero: ¿por qué
la televisión no puede ser gratuita para la democracia?
J.A.F.: El que la televisión sea o no gratuita
para la democracia, ¿es un asunto que deben resolver las televisoras?
Javier Corral:Es un problema de la clase política
mexicana que se deja imponer poderes fácticos sobre los poderes formales.
Porque con este sistema sólo pueden competir en una contienda política
quienes tienen dinero. Si hoy tienes 100 millones de pesos, puedes ser candidato
a gobernador o a senador. Y si tienes quinientos, le puedes entrar a competir
por la Presidencia de la República. Todo porque la televisión
es cara. Esto no puede ser.
Yo creo que la televisión debe ser un negocio, y un negocio fuerte y
libre. Yo creo en la libertad de la televisión. El tema es: quitemos
de en medio la dependencia casi existencial de la política con la televisión.
No se trata de eliminar el poder que por su misma naturaleza tienen los medios,
eso nunca podrá ser, es imposible. El que piense que se va a eliminar
ese
poder, está en un error. La televisión tiene que ser un poder
controlado, supervisado y que debe rendir cuentas. Como le sucede a todo poder
dentro de una democracia. Yo no conozco a ningún concesionario quebrado.
José Antonio Fernández: La televisión
en México es un negocio muy bien administrado. ¿Es malo?
Javier Corral: Es muy rentable. Lo malo es que
en esa rentabilidad se incluya al Estado.
José Antonio Fernández: ¿El error
es de los políticos?
Javier Corral: Sí, porque han permitido
que lleguen a ese nivel.
José Antonio Fernández: Las reglas dicen
que cada partido debe comprar los medios que piensa utilizar. Y las televisoras
han vendido sus espacios publicitarios y la Ley no se los impide. No veo a las
televisoras como malas.
Javier Corral:Esa discusión sería
un falso dilema. El tema es por qué al de la zapatería le venden
el espacio en 80 pesos y a otro señor a 750 pesos. Ahí está
el punto.
José Antonio Fernández: ¿Por qué
razón si a los políticos no les conviene, no cambian la Ley que
tiene que ver con la propaganda electoral?
Javier Corral:Está en proceso de discusión.
En eso estamos.
José Antonio Fernández: ¿Se están
tardando demasiado?
Javier Corral:Es que también se da un
juego en el que los medios han logrado inmovilizar a la clase política,
porque el que hoy no está en la pantalla de televisión se desfasa.
Pero esta dinámica no puede seguir, ni para los concesionarios ni para
la política. A ninguno le beneficia, porque la dictadura del spot es
una dinámica que crece y crece, y un día el Estado va a responder
y me preocuparía que el Estado responda cuando llegue el agua al cuello.
José Antonio Fernández: ¿A qué
te refieres al decir que "el Estado responda cuando llegue el agua al cuello"?
Javier Corral: A una decisión autoritaria,
de un autoritario que venga y quite concesiones o que vuelvan controles indebidos.
Por eso institucionalizar en la Ley las reglas es lo mejor que les puede pasar
a los concesionareios y a la sociedad, porque uno no está exento de regresiones
autoritarias.
América Latina tiene una enorme decepción de la democracia. Hay
una crisis y un desencanto por nuestra democracia reciente. El 54.4 por ciento
de los latinoamericanos estaría dispuesto a sacrificar la democracia
si un gobierno autoritario le garantiza bienestar económico.
Lo único que puede asegurar libertades, institucionalidad y transparencia
es la legislación. Y yo estoy seguro de que llegó el momento.
Lo importante es que en esta etapa todos seamos inteligentes. Y al decir todos
me refiero a los dictaminadores, promoventes, el gobierno y los empresarios
de la radio y la televisión. Y ser inteligentes es estar dispuestos a
buscar los acuerdos concretos.
Hace 8 meses estaba dado por muerto el tema de la nueva Ley de Radio y Televisión.
Vimos publicadas en varias ocasiones su esquela. Pero hoy el tema se ha retomado
con gran fuerza.
José Antonio Fernández: Existe un temor
de las televisoras que de una u otra forma han hecho público, de hecho
a mí me lo dijo y está publicado en la entrevista que le hice
a Alejandro García Gamboa, presidente de la Cámara de la Industria
de la Radio y la Televisión. El planteamiento lo hacen así: "cuando
dice Javier Corral que hay que controlar y supervisar a las televisoras, lo
que quiere es censurar". Y a mí me da la impresión de que
tus buenas intenciones no están comunicadas a los concesionarios.
Javier Corral:Eso es una intriga.
J.A.F.: Yo te repito que sí tengo la impresión
de que no existe esa buena comunicación de tus intenciones.
Javier Corral:Quizá no existe esa buena
comunicación, pero te aseguro que no hay interés por ninguna censura.
J.A.F.: Yo leí ya el primer Dictamen, y veo que
promueve la seguridad jurídica para los concesionarios.
Javier Corral:Claro que la promueve, ellos debieran
estar promoviendo la nueva Ley. Les conviene.
J.A.F.: Pero eso no se está dando. No la están
promoviendo los concesionarios. No observo que te estén apoyando.
Javier Corral:Yo he intentado de muchas maneras,
incluso he hecho amigos entre los concesionarios. El tema fundamental es que
no se quiere más competencia, no quieren que se abran más concesiones.
Es el punto fundamental. La Ley plantea un órgano colegiado para que
otorgue, refrende o revoque concesiones, que es como se maneja en Estados Unidos
y Francia. De hecho los concesionarios de estos países pidieron que existiera
ese órgano colegiado (grupo compuesto por varias personalidades con conocimiento
y reconocida reputación). Y en
España los concesionarios están pidiendo que exista un órgano
que los regule que sea independiente de la autoridad central, del gobierno.
En estos países saben que un órgano colegiado (un Consejo) es
un ámbito de una mayor certidumbre política que el libre juicio
de una sola persona. No puede haber más discrecionalidad en el mundo,
que un proceso tan complejo como es el de otorgar, refrendar y revocar concesiones,
lo resuelva una persona. La nueva Ley propone a 5 especialistas en la materia.
Yo veo que hoy los concesionarios están encantados con mantener relaciones
personales con los políticos del más alto nivel, y creen que así
es mejor el manejo. Yo te puedo decir que esa relación personal hay que
darle carpetazo porque termina siendo perversa. Hay que buscar que la relación
entre concesionarios y el gobierno se institucionalice, y así aseguramos
un mejor funcionamiento de todas las partes y mayores beneficios para la sociedad.
Hay que eliminar la relación político-electoral de los medios
con el gobierno, porque eso provoca problemas para la democracia.
J.A.F: No veo hoy que los concesionarios requieran tanto
de los políticos, como sí los necesitaban en tiempos del viejo
PRI.
Javier Corral:Por supuesto que ya no. Ahora
los políticos necesitan más seguido de ellos. Por eso hay que
institucionalizar la relación, es indispensable hacerlo, es imposible
seguir así, absolutamente imposible.
J.A.F: ¿Crees que una nueva Ley de Radio y Televisión
va a mejorar los contenidos en televisión?
Javier Corral:La competencia incide en mejorar
la calidad. El tema es que entre tres pueden mejorar más la calidad que
entre dos.
J.A.F: La competencia también puede aumentar
el amarillismo. Eso ya lo podemos ver en otros países, como es el caso
de los noticieros locales que hay en Estados Unidos.
Te pregunto: ¿tu propuesta de fondo es que entre una tercera cadena en
discordia?
Javier Corral:¿Y por qué sólo
una más? Podría ser una que cubriera un 80 por ciento del territorio
nacional y otra que cubriera el 60.
J.A.F: ¿No estás pensando, entonces, en
una tercera cadena del tamaño de TV Azteca?
Javier Corral: Lo que yo estoy pensando es que
hay que hacer más grande la cancha para que entren al juego más
jugadores, nacional y regionalmente. Hay que hacer más grande la cancha,
y la cancha la define la ley. La actual Ley (de Radio y Televisión) lo
que permitió fue una gran concentración.
J.A.F: Televisa (al igual que TV Azteca) es una gran
empresa de importancia a nivel internacional ¿Cómo cuidará
la nueva Ley que Televisa no se vea amenazada con la nueva Ley? Para que no
le pase lo que le sucedió a los bancos cuando se privatizaron, o a Satmex
cuando se abrió el mercado y terminó quebrando, o como le ha pasado
a las líneas aéreas que se venden y se privatizan y nunca terminan
de ser rentables. Y te pregunto esto porque las televisoras son grandes productoras
de artistas, cantantes y programación mexicana que se ve en todo el mundo.
Javier Corral:¿Por qué supones
que los cambios llevarían a la quiebra a las televisoras?
J.A.F: No lo supongo, pero sí te pregunto qué
previsiones tendría la Ley para evitar que estas cadenas que hoy son
rentables pudieran emproblemarse?
Javier Corral:Por supuesto que una mayor competencia
provocará cambios en el mercado, y podrán perder o ganar más,
como la quieras ver. Lo que es importante y no podemos dejar de ver, es que
frente a las necesidades de pluralidad que tiene el país, nosotros (los
legisladores) no nos podemos convertir en protectores de los ingresos de una
televisora. Nuestro interés fundamental es la sociedad, y dos visiones
de televisión no son suficientes para el país. Dos maneras de
ver la realidad mexicana, no creo que sean suficientes.
Yo no me conformo con la visión de TV Azteca y Televisa, por más
libertarias que puedan ser. Y te lo digo de otra forma para que quede muy claro:
no creo que en este país sólo debamos existir los del PAN y los
del PRI. Creo que el PRD es una visión fundamental, al igual que el Verde
y Convergencia y los demás también. El país es un mosaico.
Hay que cuidar el interés nacional, y yo estoy convencido de que eso
emás importante que cuidar los ingresos de una empresa, por más
insignie e simportante que sea.
Es muy difícil construir en la democracia, porque lo primero que genera
la democracia es la posibilidad de discutir y eso lleva su tiempo.
Pero por esa misma razón las instituciones que se generan en la democracia
logran durar tanto y tienen fuerte prestigio. Sólo el debate que se está
dando en el Senado fortalece a la democracia, y muchos comunicadores son incorribles
de muchos medios, aunque todavía hay censura. La prueba es que el tema
de radio y televisión está censurado en radio y televisión.
Más de lo que dijo Javier Corral en
entrevista
(respuestas sobre la polémica en torno a la nueva Ley de Radio y Televisión)
-Yo no esperaba que
un gobierno emanado de mi partido (el PAN) hiciera el decretazo del 2002 con
el que se eliminaron los tiempos oficiales. El gobierno de Fox desatendió
que estábamos viviendo un cambio de régimen y que la expectativa
era que se creara un nuevo modelo de comunicación. No teníamos
por qué esperar que el gobierno de Fox actuara como actuaba el PRI. Actuaron
en forma subrepticia, porque no estaban haciendo cosa buena.
-Es falso que los tiempos
oficiales se hayan dado como castigo del gobierno en contra de la televisión
por su comportamiento cuando el movimiento del 68. No hay ningún programa
de televisión de esa época que se haya hecho en contra del gobierno.
Eso es un invento. Lo que sucedió es que el gobierno se dio cuenta del
poder de la televisión y por eso buscó abrirse un espacio al aire
para utilizarlo cuando le fuera necesario. Por esa razón surgieron los
tiempos oficiales. El gobierno quería ser concesionario de los medios
que ya había concesionado.
-Mi pronóstico
es que sí hay condiciones para aprobar una nueva Ley de Radio y Televisión.
Creo que sí la aprobaremos. Habrá mejores condiciones y será
mejor si todos tenemos disposición para escuchar argumentos y ceder en
alguna parte, o lo que sea necesario, para hacer avanzar el interés de
todos.
-Nos toca ponernos de
acuerdo a todos, y las televisoras deberán asumir que les conviene más
un marco legal moderno que el actual.
-No veo un consenso
político pleno en relación a la nueva Ley de Radio y Televisión.
Lo que sí veo en el Senado es mayoría, y es muy clara. Por eso
está el movimiento como está.
-Hay temores en relación
a la aprobación de la nueva Ley que los políticos se han creado
a sí mismos. Se deja presionar el presionable, y se deja chantajear el
que tiene cola que le pisen. Los legisladores que no son vulnerables pueden
expresar con toda libertad su punto de vista y votar.
-El temor de los concesionarios
es que después de esta reforma vengan muchas más, por eso prefieren
que nada se mueva. El principio de intocabilidad de la Ley de Radio y Televisión
a lo largo de 5 décadas, es lo que está en medio de la discusión.
Y es que una reforma trae siempre otras reformas más. Los ajustes traen
consigo nuevos ajustes, porque en el camino una reforma va exigiendo nuevas
modificaciones. Hay miedo de que suceda lo mismo que con la ley electoral. Nuestra
ley electoral se modifica casi cada seis años. Desde la gran reforma
política de 1977, la reforma ha venido pidiendo más y más
cosas y la ley se ha venido modificando, y hoy el proceso electoral mexicano
y nuestra institución electoral (el IFE) está prestigiada a nivel
mundial.
-Ya no son tiempos del
todo o nada. Las partes tendremos que ceder.
-La reforma que se haga
a la Ley actual será una victoria.
-Tienes una idea de
cuántos nos han desinvitado en los últimos dos meses a sus programas
de radio y televisión.