Por José Antonio Fernández F.
Para complementar esta entrevista, le recomendamos también consultar
las entrevistas publicadas anteriormente en la Revista Telemundo:
-
La primera donde cuenta cómo se inició en televisión
y La
segunda en la que platica de su etapa en Multivisión y de cómo
se conformó el proyecto de Grupo Imagen
Carmen Aristegui es la conductora de noticias de mayor prestigio de la radio
y la televisión mexicana. Su estilo serio, analítico, de muy
buen trato y valiente, se impuso.
Vale la pena destacar que fue la primera mujer que se presentó en las
noticias como cabeza y no como la suplente.
Desde sus inicios como periodista de televisión, cuando prácticamente
ninguna mujer se atrevía, ella daba sus puntos de vista. Sus niveles
de credibilidad son muy altos. Es muy respetada en los círculos intelectuales
y políticos. Carmen Aristegui cuenta aquí la historia que la
llevó a quedar fuera de Grupo Imagen, un proyecto que salió
al aire en enero del 2000 y que en su momento emprendió junto con Javier
Solórzano y Pedro Ferriz de Con.
José Antonio Fernández: La última
vez que te entrevisté me dijiste que pensabas que el proyecto de Grupo
Imagen era viable. ¿Consideras hoy que la decisión que tomaste
en su momento, de separarte de Multivisión y formar Grupo Imagen junto
con Javier Solórzano y Pedro Ferriz de Con, fue la correcta?
Carmen Aristegui: En
su momento fue una decisión correcta porque lo que estaba en la mesa
y en el papel era un proyecto sumamente interesante, de vanguardia y muy propositivo.
Se planteó una nueva forma de relación profesional entre los
comunicadores y los concesionarios de los medios. Sigo sosteniendo que ese
proyecto era válido y firmarlo tuvo sentido. El problema viene cuando
no se cumple lo que está en el papel, cuando hay una traición
al proyecto original y se trastocan los planteamientos iniciales. Si lo que
ocurrió al final de la historia no corresponde a lo que se planteó
en el papel, no es culpa de lo que estaba escrito en el trato original, sino
de la instrumentación de este proyecto.
Sigo creyendo que el modelo y la forma en la que se establecieron las cosas
para crear Grupo Imagen, en términos periodísticos y de relación
de los comunicadores con el medio, es acertada.
J.A.F.: ¿Sí hubo tiempos en los que funcionó
el proyecto original de Grupo Imagen?
C.A.: Te diría que empezó bien,
aunque duro poco tiempo. Pienso que parte de lo que ocurrió con Imagen
es que había percepciones distintas de lo que era el proyecto. El proyecto
de Imagen que Javier y yo te contamos en su momento, cuando nació Imagen,
era uno, y el proyecto de otros participantes era otro. Había una especie
de esquizofrenia en la percepción de lo que estábamos haciendo
realmente.
J.A.F.: ¿Qué tan poco tiempo funcionó?
C.A.: Funcionó hasta que la operación
de noticias empezó a crujir, porque el proyecto original de Imagen
establecía que se desarrollarían proyectos diferenciados en
términos de noticias.
Tres comunicadores principales (Aristegui, Sólorzano y Ferriz de Con)
que tenían puntos de vista diferentes, perspectivas y editoriales distintas,
que trabajaríamos bajo un paraguas común que era nuestro código
de ética. Apostamos por la diversidad y la pluralidad bajo principios
compartidos, fundamentalmente de ética periodística.
J.A.F.: ¿Sí hubo una época en
la que trabajaron bajo esos términos?
C.A.: Te diría que sí, durante
todo el tiempo que duró nuestra relación (Aristegui/Solórzano)
con Imagen, hasta que ocurrió la decisión del Consejo de Administración
de Imagen de variar 180 grados ese concepto fundamental de diversidad y pluralidad
bajo un principio compartido de ética. Antes de este cambio, tanto
Javier como yo desarrollamos nuestros espacios con absoluta autonomía,
al igual que lo hicimos con Círculo Rojo en Televisa, y también
igual que como lo realizamos en su momento con Multivisión en los noticieros
y en el programa En Blanco y Negro. Desde hace muchos años tenemos
la responsabilidad de nuestros espacios noticiosos.
El problema con Imagen es que algo pasó, totalmente inexplicable, que
hizo que la empresa cambiara. Antes de esa decisión del Consejo de
Administración, te puedo decir que no hubo ni un sólo incidente
que tuviera que ver con algo que afectara nuestro ejercicio de libertad de
expresión. De haber sucedido algo en contra de esos principios de libertad
de expresión, simplemente no hubiéramos permanecido en el lugar.
La ruptura con Imagen viene cuando se pone en el papel justamente ese riesgo,
ese es el momento del rompimiento.
Los problemas en Imagen se derivaron de la parte operativa. Cuando digo que
había dos percepciones del Grupo Imagen, lo afirmo porque nosotros
(Aristegui/Solórzano) esperábamos una operación distinta
de los recursos compartidos, como las coordinaciones de reporteros y de redactores,
que fueron muy jaloneadas desde el principio, y sobre las que no se logró
nunca establecer una política institucional sana que suministrara servicio
a las tres emisiones de Imagen de manera equilibrada. Había un desajuste
muy favorable hacia una de las emisiones (la de Ferriz de Con), que dejaba
en desventaja a las otras (la de Aristegui y Solórzano). En ese punto,
me parece que se equivocó Imagen, porque de haber cumplido lo que se
acordó en el proyecto original, la estructura hubiera tenido una visión
institucional que alimentara de información a las tres emisiones. Estaba
muy disparejo.
J.A.F.: ¿Quieres decir que Pedro Ferriz de Con tenía más
recursos informativos en el noticiero de la mañana?
C.A.: Sí, sin duda. Había una
clara concentración de recursos y de atención de comercialización.
J.A.F.: Entiendo que en un principio manejaron la intención
de no tener un jefe entre ustedes tres. ¿Sí fue un acuerdo de
los tres?
C.A.: Por supuesto.
Aquí de lo que se trató es de entender que había pesos
específicos claros, y que la suma de esos pesos específicos
daba vigor a la empresa. Si no se hubiera establecido de esa manera, pues
no tenía sentido el haber planteado y aceptado un Consejo Editorial,
que Javier Solórzano y yo propusimos. Ese Consejo era un un órgano
colegiado en el que cada uno de los participantes tenía voz y voto
y en el que se podrían dirimir ideas. Las mejores organizaciones en
el mundo cada vez son más horizontales.
Recuerdo una fotografía del New York Times en la que se veían
muchas personas vestidas igual, con jeans, sobre la que colocaron la pregunta:
¿quién es el jefe? Hacían alusión al hecho de
que en muchas compañías ya se rompió el viejo esquema
de jefes y súbditos. Las empresas modernas tienen una visión
mucho más equilibrada y horizontal para operar y tomar decisiones.
Para mí esa era la propuesta del Grupo Imagen, aunque a lo mejor otros
no lo comprendieron así. Y para mí un proyecto con esas características
sí es viable.
J.A.F.: ¿Funcionaron con ese Consejo Editorial
durante algún tiempo?
C.A.: Sí tuvimos juntas colegiadas al
principio.
La fecha clave es cuando se determina la salida del Grupo Imagen de Ivo Gaytán,
que era el Gerente de la estación y también el productor de
Círculo Rojo.
J.A.F.: ¿Qué pasó con Ivo Gaytán?
C.A.: Hubo una determinación de la empresa
para que se fuera, que a mí me pareció demasiado injusta.
Pasado el tiempo, los socios que decidieron despedirlo reconocieron que había
sido una barbaridad. El punto fue que por una presunta falta de respeto a
una presunta autoridad del mismo Grupo Imagen, había que quitar a Ivo
de la Gerencia. Yo creo que se magnificó un incidente con el claro
propósito de hacer valer una autoridad. A mí me queda claro
que cuando alguien toma una actitud así para hacer valer su autoridad,
es que no tiene tal autoridad. El incidente con Ivo Gaytán es clave
para empezar a entender el desmoronamiento de una relación que acabó
como acabó.
J.A.F.: ¿Por qué corrieron a Ivo Gaytán?
C.A.: Gaytán solicitó una cámara
de televisión, a petición de Javier Solórzano, para un
reportaje de Chiapas. No estaba en ese momento la persona indicada para hacer
el trámite administrativo. Entonces Ivo Gaytán intentó
que se la autorizara otra persona, y por alguna razón llegó
su solicitud a la oficina del conductor de la mañana (Ferriz de Con).
La secretaria de ese conductor le dijo a Ivo que el conductor no la autorizaba.
Después se dijo que Ivo Gaytán, en una actitud grosera, había
cuestionado el hecho del por qué ese conductor se había negado
a autorizar una solicitud cuando no tenía qué ver con su área
de competencia. En ese momento ese conductor demostraba una presunta autoridad
que francamente no venía al caso, porque se estaba solicitando una
cámara para un espacio que no era el de él. Esto puso en evidencia
el que había dos percepciones de cómo estaba distribuida la
organización interna de Imagen. Fue tan lamentable el hecho, que Gaytán
quedó fuera porque se aceptó la siguiente argumentación
en junta de Consejo: que la empresa no debía permitirse mandar el mensaje
de que un subordinado le podía faltar al respeto a una autoridad de
Imagen.
Me parece que lo sucedido con Gaytán se magnificó, que se puso
contra las cuerdas a los demás socios que iban a votar en consecuencia
y que literalmente se pidió la cabeza de Gaytán porque quien
la pidió se sintió ofendido. Me parece que hubo mucho de invención
para demostrar una presunta autoridad. Esto trajo consigo entrar a una situación
muy delicada, porque se despidió a un personaje muy cercano que era
el Gerente de la estación. Fue desmedido. Puso en evidencia el que
había percepciones distintas de cómo debía funcionar
Imagen.
Un personaje que hasta ese momento había jugado
un papel de primera relevancia en Grupo Imagen, como lo fue Roberto Salmerón,
se dio cuenta que haber contado dos historias distintas a los socios, como
creo que fue el caso, en ese momento se estaba desnudando. Fue sintomático
el que Salmerón haya decidido en ese preciso momento abandonar la Junta
antes de la votación. Salmerón jugó un papel importante
porque era un vaso comunicante entre nosotros. Era una figura cohesionadora
entre los tres comunicadores. Él fue nuestra voz en las negociaciones
con los socios, y tengo la impresión de que acordó cosas distintas
con los comunicadores que formamos parte del proyecto. Cuando se da este incidente
se pone en evidencia que los comunicadores (Aristegui/Solórzano/Ferriz)
tenemos visiones diferentes de lo que es el proyecto Imagen.
Mientras que unos hemos creído que hay tres espacios claramente diferenciados
con un órgano de decisiones moderno, otro personaje supone que las
cosas son como en los tiempos más antiguos del autoritarismo mexicano.
Ahí empezó una clara grieta que se ahondó y que terminó
con el proyecto.
J.A.F.: ¿Crees que Roberto Salmerón no
estaba de acuerdo con la votación?
C.A.: Salmerón se salió de la
votación en el momento en el que quedó en evidencia que nosotros,
Aristegui y Solórzano, teníamos una percepción distinta
de lo que era el proyecto Imagen a la del hombre que estaba frente a nosotros
tomando la decisión (Ferriz de Con). Salmerón quedó con
nosotros que iba a haber tres espacios diferenciados con este órgano
de decisión editorial colegiado, mientras que con el otro comunicador
quedó en algo totalmente distinto. La verdad es que fue una gran estupidez
haberle creído (a Salmerón). Las partes se terminaron enfrentando
por obvias razones. No podía sostenerse un proyecto bajo dos percepciones
tan diferentes.
J.A.F.: ¿Salmerón votó?
C.A.: Se fue antes de votar. El conductor matutino
(Ferriz de Con) voto por él y por el que se salió (Salmerón).
Tres votamos en contra de despedir a Ivo Gaytán, y seis a favor. Después
los propios socios que votaron para que Ivo Gaytán se fuera, nos dijeron
que se habían equivocado y que pensaban que la decisión había
sido arbitraria. Pero fue demasiado tarde.
J.A.F.: ¿Quién podía votar en
esas juntas?
C.A.: El contrato decía que debíamos
estar forzosamente los tres comunicadores, y los demás socios podían
llevar en su representación a quien quisieran.
J.A.F.: ¿Después de esa reunión
se enfrió la relación entre tú y Javier Sólorzano
y Pedro Ferriz de Con?
C.A.: Absolutamente.
J.A.F.: ¿Hubo más juntas colegiadas en
las que estuvieran los tres?
C.A.: Nunca más. Se dio una situación
muy delicada para Imagen. Los problemas eran de operación, y cada comunicador
manejaba su espacio. No había evidencias externas de que había
un problema interno serio, lo que quiere decir que nuestra apuesta periodística
era viable. Se dieron tres espacios de comunicación diferenciados bajo
la oferta periodística de la diversidad, bajo un principio común,
que algunos lo cumplieron mejor que otros, de manejar principios éticos
compartidos. En términos de facto, el proyecto que nosotros (Aristegui/Solórzano)
creímos haber comprado, era el que funcionaba. La comercialización
se hacía en paquete.
Durante mucho tiempo, quizá año y medio, la relación
entre Javier y yo fue muy buena, y con Pedro no nos veíamos ni en el
elevador. Las relaciones de los Fernández (los concesionarios) con
Pedro también se deterioraron mucho, tanto que prefirieron irse de
las instalaciones.
J.A.F.: ¿Cómo estaba decidido el porcentaje
accionario?
C.A.: Yo no tengo derecho a decir el porcentaje
de los demás. Te puedo decir que el grupo mayoritario, que es el grupo
de control, es de la familia Fernández, que son los concesionarios
de la estación. El siguiente grupo es el financiero, el de Alfonso
Romo, y después estamos los comunicadores, que somos el grupo minoritario
en la estructura de estos tres grupos que constituimos Grupo Imagen.
J.A.F.: ¿Por qué firmaron cláusulas
tan duras cuando se constituyó Grupo Imagen?
C.A.: Hoy se ven duras, pero cuando las firmamos
lo hicimos porque creímos en el proyecto. En este proyecto de diversidad,
pluralidad y ejercicio de tolerancia, cabía todo. Si se está
peleando en el país para que se abran espacios, entonces tienes que
actuar también en consecuencia. Para nosotros el proyecto era muy atractivo.
Cabe aclarar que en este proyecto nadie le regaló acciones a nadie
y que ningunos de los comunicadores pusimos ni un peso, por eso firmamos un
acuerdo a 7 años, que es poner nuestro trabajo. Nosotros propusimos
guiarnos por un código de ética basado en códigos de
medios muy importantes, como los del Washington Post y El País, y la
aceptación de ese código está firmada por todos. El espíritu
de ese código era desempeñar nuestro trabajo en un marco de
libertad de expresión y respeto a la pluralidad. El proyecto original
es muy valioso. ¿Por qué se le da ahora la vuelta? No lo sé.
J.A.F.: ¿En qué momento se deterioró
la relación de Javier Solórzano y tú con los socios Fernández?
C.A.: Nunca. Con la familia Fernández
Prieto tuvimos siempre una buena relación, desde el principio. A mí
no me parece normal lo que sucedió y tengo derecho a la suspicacia.
Es obvio que algo ocurrió y muy fuerte en esos días, para que
la relación con los Fernández Prieto haya variado tan dramáticamente.
J.A.F.: ¿En qué momento les avisan los
cambios?
C.A.: Durante varios meses sostuvimos juntas
con la familia Fernández Prieto para buscar una nueva estructura de
Grupo Imagen. A esas reuniones sólo asistíamos como comunicadores
Javier y yo. También estuvo presente una persona muy importante, que
prefiero no decir su nombre, y que es un personaje de relevancia en la prensa
escrita. El objetivo era que la operación de Imagen fuera mejor, más
saludable y más eficiente. Esas reuniones, que tuvimos muchas, se suspendieron,
según nos informaron los Fernández Prieto, hasta que se diera
el fallo del pleito judicial que ellos sostenían con la familia Vargas.
Algo pasó ahí extraordinario, porque cerca de dictarse la sentencia
del juicio entre los Fernández y los Vargas se cambió el juicio
por un arbitraje. Coincide todo esto con la junta en la que se nos informó
que de manera unilateral cambiaban el criterio editorial. Colocaban a Pedro
en la vicepresidencia y nos informaron que la intención era homogeneizar
los espacios editoriales, cosa que va en contra de cualquier principio elemental
de pluralidad. Nos plantearon una serie de condiciones inaceptables, que estaban,
creo yo, diseñadas para que nosotros dijéramos en ese momento:
no seguimos.
La reunión se celebró, si no me equivoco, el 2 de septiembre.
En esa junta sí estaba Pedro Ferriz, a quien teníamos mucho
tiempo de no ver.
Nos sorprendimos mucho y ahí mismo se los dijimos. Para nosotros fue
una situación sorpresiva e incomprensible.
J.A.F.: ¿Sentiste que había posibilidad
de defender el proyecto?
C.A.: Yo no.
J.A.F.: ¿Al salir de la junta dijeron: "esto
se acabó"?
C.A.: Sí. Después vinieron una
serie de cosas extrañas. La familia Fernández Prieto tuvo dudas
de su decisión, y en algún momento nos preguntaron qué
era necesario para que nos quedáramos. Nos plantearon que nosotros
(Aristegui/Solórzano) tomáramos la operación de la estación
Radioactivo. Que hiciéramos otra estación de noticias. Era muy
complicado aceptar una propuesta así, porque luego de lo ocurrido la
relación se deterioró de manera muy fuerte. Después de
los acontecimientos, ya no vimos condiciones para realizar un proyecto con
ellos, Además de que Javier y yo hemos defendido mucho el proyecto
de Radioactivo. Yo estoy algo decepcionada de Radioactivo, porque parece que
no registraron que junto a ellos pasó algo, siendo que son jóvenes
con una visión crítica. Tengo ahí un dejo de tristeza.
J.A.F.: ¿Por qué se da ese pleito entre
Ferriz de Con y tú antes de entrar a la cabina?
C.A.: Para empezar debo decir que es una mentira
lo dicho por el presidente de la Empresa, Joselo Fernández Prieto,
cuando afirma que la noche anterior habían acordado y consensado con
nuestros abogados que yo ya no haría más el noticiero. Eso no
ocurrió. Probablemente lo dijo para revertir el efecto negativo que
ha tenido en contra de Imagen el incidente tan lamentable, grotesco y absurdo
que no correspondía a la lógica de una negociación que
estaba en curso. Y me refiero al asunto de la cabina...
Más respuestas de Carmen Aristegui exclusivas
para Canal100.com.mx
1.- El día de los sucesos
de la cabina (cuando Ferriz me impidió entrar a la cabina para hacer
el noticiero), nuestro abogado y el de Imagen se encontraban reunidos, porque
estábamos en la parte final del acuerdo de separación. La recomendación
legal de nuestros abogados fue que no dejáramos de hacer el noticiero
para evitar alguna demanda legal. Y seguíamos haciendo el noticiero,
a pesar de que ya no nos sentíamos a gusto. Ese asunto de la cabina fue
tan sorpresivo para todos, que unas horas después de lo sucedido, Javier
Fernández Prieto, hermano de Joselo, me pidió, a nombre de "su
familia y de la empresa", lo que él llamó "disculpas
institucionales". Y yo me pregunto: ¿por qué tendría
que haberme pedido disculpas institucionales, si la noche anterior, como falsamente
se afirmó, se habría dado un acuerdo con nuestros abogados para
que yo no me presentara a la cabina?
2.- Yo llegué a mi noticiero de Imagen como todos los días.
Cuando bajaba las escaleras para llegar a la cabina, me dijeron que algo raro
sucedía adentro porque estaba todo el equipo del noticiero de la mañana
(el de Ferriz). Les habían avisado que el noticiero lo haría Pedro.
En ese instante le llamé a mi abogado y le pregunté si sabía
algo sobre el asunto. Me respondió que estaba en ese momento en una junta
con los abogados de Imagen, que les preguntaría si sabían algo
y que me llamaba al celular en dos minutos. Justo a los dos minutos recibí
la llamada de mi abogado, y me dijo que los abogados de Imagen no tenían
la menor idea de por qué o quién había determinado que
Ferriz hiciera el noticiero del mediodía. Le pedí que les avisaran
que yo iba rumbo a la cabina para hacer el noticiero, y que podía pasar
algo muy grave. Antes de llegar a la cabina, vuelvo a recibir otra llamada de
mi abogado diciéndome que los abogados de Imagen acababan de recibir
la notificación de que Ferriz haría el noticiero. Y yo les respondí
que el hecho me parecía muy grave porque yo no había firmado ninguna
salida. A pasos de entrar a la cabina, le dije a mi abogado que les propusiera
que un tercero hiciera el noticiero. Yo pensé que se daría una
confrontación delicada.
3.- El día de la cabina Pedro Ferriz no
me permitió hacer el noticiero. Se atravesó en el pasillo y me
dijo que yo no haría el noticiero. Le respondí que yo no había
firmado ninguna renuncia, y que cumpliría con un compromiso laboral y
con un derecho. Fui a la parte en donde están los operadores. Ferriz
dijo ahí mismo que yo había faltado a la ética el día
anterior. Yo expliqué al aire, por elemental decencia con el público,
el por qué no se renovaba el contrato de Círculo Rojo con Televisa.
Dije que había un conflicto interno en Imagen en el que se contravenía
lo dispuesto en el código de ética firmado por Sólorzano
y por mí, lo que hacía inviable mantenerse en Imagen y renovar
un convenio de coproducción con Televisa. Eso que dije al aire, lo tomó
(Ferriz) de pretexto para argumentar que había faltado a la ética,
y yo le respondí textual: "tú hablando de ética, eso
sí que tiene gracia". Y lo dije porque lo pienso, y porque el tema
en toda esta discusión, en el centro, en el fondo y en los lados, es
justamente la ética periodística.
4.- Hay una parte de Imagen que está tratando
de ver el conflicto como un problema de negocios empresariales. Yo te diría
que es una manera de desviar la atención. Si hubiera sido un asunto de
negocios, Javier y yo nos hubiéramos quedado a pelear las acciones a
las que tenemos derecho (por 3 años de trabajo en Imagen). Pero el seguir
peleando era continuar en Imagen bajo condiciones lamentables de contenido editorial,
lo cual resultaba absurdo para nosotros. Por eso, a pesar de que teníamos
derecho a ese dinero, lo dejamos para obtener una liberación inmediata
de ese vínculo laboral. Para mí sí es un tema de libertad
de expresión y de ética periodística, porque si hubiera
sido un asunto de negocios estaríamos peleando el dinero, y no nos llevamos
ni un quinto.
5.- El punto es que nosotros defendemos nuestra
ética periodística y nuestra libertad de expresión. Por
eso no aceptamos las nuevas condiciones, porque el proyecto original de Imagen
se trastocó.
6.- Creo que con lo que le ha costado al país
la apertura, no debemos negociar ni un milímetro eso que hemos obtenido.
Para nosotros no tiene ningún sentido someterse porque se dé una
nueva condición de negocios.
7.- No hemos visto a ninguna autoridad política
para hablar del asunto ni lo pensamos hacer.
8.- A pesar de que me enojó mucho lo que
ocurrió en la cabina, para nosotros queda claro que es tiempo de dar
la vuelta a la página del conflicto con Imagen, ver hacia adelante y
construir otro proyecto en otros espacios. Tenemos muchas ganas de seguir trabajando
en periódicos, revistas, radio y televisión. Nuestro deseo es
firmar y que ese capítulo con Imagen se cierre, y se cierre bien.
9.- Nuestra relación
con Televisa quedó en muy buenos términos. El año y tres
meses que hicimos Círculo Rojo fueron muy respetuosos. Para nosotros
fue un hallazago el trabajar con ellos.
10.- La causa
de todo el conflicto de Imagen no la sé. Fue una manera de echarnos sin
que les costara.
11.- En términos de radio, estamos viendo
varias propuestas.
12.- Lo que sigue
es contribuir al panorama noticioso del país.
13.- Nuestro afán
no será contratarnos como si Javier y yo trajéramos bajo el brazo
los principios universales del periodismo. La idea es tener la intención
y la convicción de que los medios y los comunicadores debemos hacer un
esfuerzo por establecer reglas del juego lo más claramente posible. Falta
camino por recorrer. Ya vimos que un código de ética no es suficiente,
que se requiere un andamiaje institucional mucho más solido, que tenga
que ver con nuestras leyes, que se reglamente el artículo sexto y séptimo
de la Constitución para que sepamos cómo el Estado va a garantizar
el derecho a la información. Debe haber principios deontológicos
gremiales de códigos de ética y también una estructura
institucional que los garantice y favorezca.
14.- En relación al clima de libertad
de expresión, hemos ganado mucho en el camino, y hay que subrayar que
el proceso de apertura se dio desde antes de la alternancia. En realidad el
asunto de la libertad de expresión siempre es una especie de banda sin
fin. Hay que trabajar para la libertad como una aspiración a la que queremos
llegar cotidianamente, y a la que nos acercamos todos los días.
15.- Yo diría que se han ensanchado los
espacios de libertad de expresión en los últimos años.
En el caso del foxismo con mayor razón, porque cambiaron todas las reglas
del juego político. Como hoy ya no se sabe quién va a ganar, los
medios ya no establecen vínculos como antes, cuando se sabía el
nombre del ganador de antemano. Esto no quiere decir que no sigan ocurriendo
vínculos con el poder político.
16.- Los sucedido
ha sido muy fuerte. En el camino se perdieron algunas cosas en términos
patrimoniales, pero hubiera estado mal el haber aceptado lo que se planteó
en Imagen.
17.- Me puedo
ver al espejo y me siento bien conmigo misma.
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