Pedro Torres, uno de los más grandes directores
de comerciales y videoclips que ha dado México, tiene el don de hacer
que cualquier producto, marca, compañía, institución o
personaje se vean grandiosos en pantalla. Sus imágenes, siempre llenas
de producción, pueden hacer lucir hasta el delirio al protagonista. Torres
es amante de la tecnología, su gusto por la calidad y las imágenes
extraordinarias no tiene límite.
Pedro Torres recibió en octubre del 2001 el Premio Volcán, máximo
galardón otorgado por el Festival Pantalla de Cristal en reconocimiento
a toda una trayectoria, que en su caso es de 23 años manteniéndose
vigente como director y fotógrafo de comerciales, videoclips, documentales,
películas y producciones especiales que siempre han tenido el sello de
la innovación y la más alta calidad de imagen.
Ha producido más de 2,500 comerciales y hoy está al frente del
proyecto más controvertido de la televisión en México:
Big Brother.
José Antonio Fernández:
Tu vida cambió hace seis años. Pedro Torres: Radicalmente. Me casé hace
seis años (justo dos días después de que me hiciste una
entrevista). Creo que ya había tenido bastantes años de "rock
and roll". Pensé que no me iba a llegar el tiempo de sentar cabeza,
pero hoy te puedo decir que estoy muy felizmente casado y continúo teniendo
muchas ilusiones y metas que vencer en mi vida. Hoy sigo con planes y retos,
como este proyecto de Big Brother en el que estoy metido a fondo.
J.A.F.: ¿Por qué se
dio en tí ese cambio hace seis años? P.T.: En mí, el amor y las mujeres han
marcado épocas. Con esta gran mujer (Aléxica) con la que estoy
casado, se plantearon metas y valores muy diferentes en mi vida. Ya la edad
no es la misma y los excesos tampoco pueden ser los mismos. Por eso tomé
una serie de consideraciones que me han llevado a una recuperación total
en todos los sentidos: manera de vivir, sentir, consumir, comer... Hice cambios
en todos mis hábitos que me dieron muy buen resultado. Al cabo de un
año de haberme casado con Aléxica comencé a ver la vida
de otra forma, y fue increíble como mi empresa tomó un nuevo aire
impulsado por los cambios en mi persona. Yo creo que transpiras a tus compañeros
y colaboradores si estás bien o mal, y sí estás bien les
comunicas ese espíritu. Me metí a jugar golf. Hoy me gusta levantarme
y caminar por un campo de golf y sentir que los ruidos de las siete de la mañana
son distintos. Lo más importante hoy para mí, es el amor.
J.A.F.: El país cambia, ¿crees
que la publicidad está cambiando también? P.T.: Yo no veo que se esté dando un gran
destape de la publicidad en México. Pienso que va avanzando poco a poco
de acuerdo a la tendencia mundial, con su tiempo de retraso. Más bien
creo que están cambiando las cabezas creativas, la nueva generación
de jóvenes que vienen empujando muy fuerte. Yo me he rodeado en mi compañía
(Filmmates) de jóvenes directores que sí han hecho que el reel
(el muestrario de comerciales) de la empresa se vea diferente.
J.A.F.: ¿Sí consideras
que la publicidad mexicana tiene un tiempo de retraso en comparación
con otros países? P.T.: Sí, sí. Hay muchos temas que
todavía no se tratan tan abiertamente en la publicidad en México,
como lo hacen en Francia, España y otros países. Y lo ves en la
televisión también, falta avanzar más.
J.A.F.: ¿Qué le hace
falta a la publicidad mexicana? P.T.: Seguir madurando, nada más. No veo
porque apurarnos tanto. No debemos ilusionarnos con grandes cambios de un día
para el otro. Cuando llegó el señor Fox muchos pensaron que las
cosas cambiarían en ese momento, pero todo lleva su tiempo.
Por lo que respecta a la calidad de los comerciales mexicanos, estamos en el
mejor nivel y competimos con cualquiera. En México contamos con enseres
técnológicos y directores de fotografía de altura mundial.
J.A.F.: Hoy tu empresa va bien y aceptas
encabezar el proyecto Big Brother que ocupa todo tu tiempo.
¿Por qué aceptas ser el director de Big Brother?
P.T.: Mi empresa va muy bien y eso me permite entrar a este proyecto.
Cuento con una gran colaboradora que es Silvia Sánchez y un gran productor
que es Hugo Kiel, en los que puedo depositar los 20 años de trabajo de
mi compañía. Por eso hoy tengo la oportunidad de decirme: "Pedro,
éntrale a Big Brother". Yo he realizado más de 2,500 comerciales,
llevo más de 20 años con la misma empresa y el mismo teléfono
(en mi número telefónico es en lo que he sido más consistente
en mi vida). He hecho practicamente todos los géneros de la producción:
comerciales, videoclips, infomerciales y uno que otro largometraje. Me he acercado
al cabaret, al teatro, a la revista musical y los conciertos en vivo, y he trabajado
durante muchos años para Televisa como proveedor de anuncios, imagen
corporativa y programas especiales internos.
Lo que me hacía falta era producir televisión para el público,
para la gente, y eso es justamente el proyecto Big Brother.
J.A.F.: ¿Cómo te proponen
el proyecto Big Brother?
P.T.: El año pasado yo estaba de vacaciones con mi familia por
Europa, cuando me llamaron el señor Azcárraga Jean y José
Bastón. Me invitaron a que me diera una vueltecita por Inglaterra para
conocer la casa de Big Brother y después a Holanda para hablar con el
equipo que inventó el proyecto.
Hablé con los de Big Brother y me gustó mucho su idea. Yo ya conocía
Big Brother porque lo había visto en España y en Estados Unidos
vía CBS. Me interesé por la interacción del programa. Cuando
llegué a México yo ya estaba alborotado. Era mi oportunidad de
participar en un proyecto en forma independiente. Endemol, Holanda, no vende
formatos sino produce formatos. Televisa quiso comprar para producir, pero Endemol
no aceptó. Pero como Televisa también es productora, decidieron
formar Endemol México, una empresa independiente. Yo me entrevisté
en México y en Holanda y me seleccionaron para ser el director del proyecto.
Ellos saben que continúo con mi compañía Filmmates.
J.A.F.: ¿Qué te atrae
del proyecto Big Brother? P.T.: Tú sabes que yo tengo una gran debilidad
por la la tecnología. Es mi gran coco en la vida.
Para mí tener la oportunidad de montar un desarrollo tecnológico
como este, es extraordinaria. Y además, el trabajo de sintetizar en un
programa especial cada noche lo que pasa durante las 24 horas en la casa de
Big Brother, significa un reto enorme.
En Big Brother tenemos 800 horas de imagen cada día, y necesitamos salir
al aire cada noche con 22 minutos que sean entendibles y atractivos para el
público. Yo estaba acostumbrado a realizar 30 segundos por día.
Mi primer reto fue pensar cómo hago para limitar la posibilidad de grabación.
Con 40 cámaras se da oportunidad de obtener 800 horas diarias. Entonces
limitamos a 96 horas de grabación por día, y de esas 96 hay que
contar la historia de Big Brother para que el público la comprenda y
se interese. Creo que Big Brother para mí es el show de la limitación:
de la cantidad de horas, de las emociones, de la trivia, de las historias de
cada uno de los participantes... Tenemos que decidir si es más importante
la conversación en la sala, el juego en el jardín, el chapuzón
en la alberca o la ordeña de la vaca. Nosotros tenemos que escoger actividades
para ponerlas al aire en vivo. Hay que seleccionar de las 96 horas grabadas
para armar un programa de 22 minutos.
J.A.F.: ¿Cómo intervienen
las políticas de Televisa, las de Endemol, las de Big Brother, la censura
y la ética para saber qué escenas seleccionar y llevarlas al público?
P.T.: Antes que nada tú sabes que yo soy una gente que aprecio
las cosas de buen gusto. Yo voy a hacer un programa (Big Brother) de buen gusto.
No por eso quiere decir que haya cosas fuertes que no puedan mostrarse. La política
de Televisa es la libertad total. Creo que es importante decir que Televisa
está dando un vuelco con esta nueva generación de líderes
que tiene, y esta libertad la vemos claramente con la contratación de
Aristegui, Solórzano, Brozo, Aguilar Camín y el proyecto Big Brother.
Televisa está en una búsqueda de nuevos esquemas. Tú sabes
que grandes cadenas como NBC y CBS producen sólo un 40% de sus programas,
lo demás lo contratan a productores independientes que de alguna manera
provocan que florezca la industria de la televisión. Hoy en México
hay muchas productoras de comerciales y muy pocas productoras de televisión.
Ya Argos, de Epigmenio Ibarra, se muestra como productora independiente con
muchos éxitos pero con demasiados obstáculos. Yo veo que hoy Endemol,
como productora independiente, va a marcar línea en este nuevo concepto
de Televisa de incorporar productoras independientes.
J.A.F.: ¿Endemol México
se creó sólo para hacer Big Brother?
P.T.: No, nosotros tenemos 450 formatos distintos de proyectos que son
propiedad de la empresa (Endemol). Este año estamos presentando ya 4
nuevos proyectos a Televisa, que son All you need it is love, Operación
Triunfo y Frigth Factor. Veremos cuál sigue. A mí me encantaría
Operación triunfo, que es un concepto en el que se buscan y hacen cantantes.
Pero volviendo al tema de la política, yo te puedo decir que quien nos
marca la línea no es ni Televisa ni Endemol, sino la ley. Ahí
están los límites, ahí nos dicen qué podemos transmitir
a las ocho y media de la noche. Para mí lo importante es que impere el
buen gusto.
J.A.F.: ¿Y en el caso de Sky?
P.T.: Recuerda que es muy diferente estar en vivo y en directo que realizar
un programa especial editado todas las noches. En Sky ves 96 horas en vivo cada
día por cuatro canales. Son las mismas horas que yo uso para el programa
especial. Yo favorezco en el especial la historia narrativa. En Sky es otra
cosa, si a alguien le disgusta Big Brother lo puede bloquear. Pienso que en
televisión de paga todos somos libres de decidir qué ver y qué
eliminar.
J.A.F.: ¿Qué te apasiona
de Big Brother como contenido?
P.T.: A mí me gusta el que doce personas se conozcan de esa forma
dentro de la casa Big Brother. Y te doy un ejemplo: tengo años de conocerte
pero sé poco de tu vida. Dentro de una casa como la del proyecto podría
escarbar más en tu historia, que tú supieras más de mis
hermanos, de mis padres y de mil cosas más. Si de manera voluntaria hay
empatía entre las personas, en Big Brother te puedes conocer a lo largo
de los días de manera muy profunda. Este es el fenómeno que a
mí más me llama la atención. En Big Brother reunimos a
personas entre 21 y 36 años, 7 son de provincia. Van a convivir todos
los días y a compartir la sal y la pimienta las 24 horas. Yo quiero saber
cómo van a construir esa convivencia, a hacer el trabajo en equipo, cómo
van a surgir amistades y ojalá veamos romances (que es lo que siempre
le gusta más a la gente).
J.A.F.: ¿El fomato de Big Brother
está enriquecido por las ideas nacidas aquí en México?
P.T.: El formato es el original del Big Brother de hace dos años,
que se ha enriquecido con las experiencias de los 20 países en los que
se ha realizado y las ideas que muchísima gente ha aportado para hacerlo
mejor. Se produjo primero en Holanda, luego en Bélgica y Alemania, y
después en España, país que aportó mucho a Big Brother.
En cada país debemos hacer nuestro documento y ellos van incorporando
las fórmulas a la biblia de Big Brother para mejorarlo. Es una biblia
viva. Lo importante es tropicalizar el proyecto.
J.A.F.: ¿Cómo mexicanizas
Big Brother?
P.T.: Con lo que más se mexicaniza es con los participantes. Por
ejemplo, yo traje a mi director de arte, que es Carlos Herrera, que ha trabajado
20 años conmigo en comerciales de televisión, y le pedí
que decoráramos la casa con mucho color, bajo una propuesta muy juvenil
que no hiciera referencia a nadie de ellos. Yo no quise que los del norte o
el sur se sintieran en su casa, ni que se viera una casa muy mexicana. La intención
fue presentar un ambiente de casa que la identificara como la casa de Big Brother,
que no se parece a las casas donde vive la gente. Es una propuesta estética.
Puse mucho color porque son muchos días y quiero una casa alegre. Es
una casa locochona y juvenil, dirigida al auditorio que queremos que son los
jóvenes.
J.A.F.: ¿Les dieron el vestuario
y transformaron la imagen (corte de pelo) de los jóvenes que participan
en Big Brother?
P.T.: Ellos se visten con su ropa. Fue su selección. Antes del
inicio del show les dimos un entrenamiento de tres días para que aprendieran
a dar mantenimiento a la casa. Les enseñamos cómo limpiar las
ventanas (que detrás tienen cámaras de televisión), los
lentes de las cámaras, cómo cambiar lámparas de luz y las
pilas de los micrófonos, cómo ordeñar la vaca y limpiar
la piscina. Además les dimos un libro de reglas de comportamiento dentro
de la casa. La regla número uno es no violencia física y no agresión
innecesaria. Pueden darse discusiones pero se prohíbe la ofensa por la
ofensa misma. Le sacamos fotografías para la prensa con algún
retoque, pero su esencia no se las vamos a cambiar en lo más mínimo.
No buscamos que sean artistas ni cantantes, ellos deben presentarse como son,
con sus gustos.
J.A.F.: Cuando se dio a conocer el
proyecto Big Brother vi una campaña publicitaria audaz y centrada en
despertar un cierto morbo en el público, y después de muchos ataques
cambiaste la campaña por otra idea en la que se destacó más
lo humano del proyecto. ¿Cambiaste por los ataques? ¿Se equivocaron
con el tono de la primera campaña publicitaria?
P.T.: No. Todo obedeció a una estrategia, y te la puedo enseñar.
La campaña la iniciamos en el mes de octubre del 2001 y las etapas nos
están funcionando matemáticamente. Nosotros sabemos perfectamente
lo que está sucediendo en México. Lo que aquí pasa se ha
repetido en otros países, igual en Grecia, que en Alemania o Polonia.
En Argentina se opusieron los intelectuales y la izquierda, en Grecia fue la
Iglesia, y aquí en México son dos grupos (A favor de los mejor
y la Asociación de Padres de Familia), con los que no estoy de acuerdo
en todo pero con quienes comparto muchas de sus preocupaciones.
Tuvimos que acelerar el proyecto Big Brother porque no quisimos que se empatara
con el Mundial. Nuestra estrategia inicial fue posicionar una marca (Big Brother)
y, al mismo tiempo, convocar a miles de jóvenes para que se incribieran.
Y nuestra campaña tuvo un gran éxito, tanto que batimos récord
de inscritos con más de 150,000 personas. Sabíamos que con nuestra
campaña (que fue muy agresiva, frontal y fuerte) las inquietudes de ciertos
sectores de la sociedad se iban a destapar de manera más rápida
(que igual se hubieran destapado con otro tipo de campaña, porque Big
Brother es ver la intimidad de doce personas las 24 horas del día y eso
a mucha gente le choca).
J.A.F.: ¿Tú dirigiste
la campaña?
P.T.: No, es una campaña hecha por la empresa (Media Mitz) de
Salvador Alanís, con la creatividad de Alfonso Ochoa, Alex Balaz y Jorge
Bobadilla, y la dirección de los anuncios fue de Fausto Terán.
Para esta campaña yo he jugado el papel de cliente.
J.A.F.: ¿Estás satisfecho
con la campaña?
P.T.: Es todo un éxito. La marca Big Brother ya está presente.
La gente sabe de memoria que son 106 días, 60 micrófonos, cuarenta
cámaras y doce personas.
La campaña tuvo muchos riesgos al mostrar a jóvenes totalmente
desinhibidos. Sabíamos que surgirían grupos de oposición,
pero no contábamos con que le dedicarían tanto tiempo y esfuerzos
para crear una contracampaña.
Con Francisco González Garza y Lorenzo Servitje (de A Favor de lo mejor)
hemos tenido muchísimas reuniones. Los conozco muy bien desde hace muchos
años. Los respeto pero no comparto sus opiniones sobre Big Brother. Yo
admiro a la empresa Bimbo (de Lorenzo Servitje) y la gran labor social que hace.
J.A.F.: ¿En qué no estás
de acuerdo con los grupos que se oponen a Big Brother?
P.T.: Yo pienso que ante la expectativa que generó la campaña
inicial de Big Brother, ellos se darán cuenta, conforme vean el programa
al aire, que no es lo que pensaron. Me parece que la publicidad es un arma estratégica
y nosotros jugamos con sus posibilidades. No creo que hayamos mentido al mostrar
a jóvenes desinhibidos en la primera etapa de campaña, porque
son actitudes que sí pueden darse dentro de la casa de Big Brother.
Lo importante es que también en pantalla estarán los valores que
son los que van a prevalecer dentro de la casa Big Brother, que son: la amistad,
el trabajo en equipo, la libertad de expresión y la tolerancia.
Para que la casa funcione y puedan vivir dentro de ella con la mayor calidad,
tienen que ser tolerantes, trabajar en equipo, ser amigos y expresarse con libertad.
Esto es Big Brother. Está lleno de tópicos de conversación
cotidiana, tareas diarias y semanales, tolerancias para usar baño, cocina
y espacios, organización para que funcione la casa y convivir. Los que
están en Big Brother no tienen mas que el alma que terminarán
por desnudar cotidianamente. Surgirán alianzas, conflictos, noviazgos
y enemigos dentro de la casa.
J.A.F.: Estamos a unos días
que salga al aire Big Brother, juguemos con el pronóstico. ¿Qué
crees que suceda con los opositores de Big Brother una vez que el proyecto esté
en el aire?
P.T.: A la primera semana se darán cuenta de que el formato no
es para ver desnudos, sexo y orgías. Te puedo decir que nunca ha habido
orgías en ninguno de los países donde se ha realizado antes, y
el sexo se ha dado sólo en algunas ocasiones. Estas asociaciones se han
empeñado en buscar algo tremendo en Big Brother, pero no lo van a encontrar.
La discusión ha favorecido la audiencia por el interés, la curiosidad
y hasta el morbo.
Yo creo que Big Brother es sólo un reflejo de cierta parte de la sociedad.
No somos pretensiosos, no pensamos que Big Brother muestre cómo es todo
México. Lo que veremos en Big Brother es cómo se va fortaleciendo
el espíritu de lucha de los jóvenes.
25 respuestas de Pedro Torres exclusivas
para Canal 100.com.mx
1. Big Brother está
generando una discusión a nivel nacional en torno a la Ley de Radio y
Televisión, que es una ley ambigua y anacrónica. 2. Big Brother
es un entretenimiento diferente para la gente, es el género de la telenovela
documental. 3. Los participantes
deberán tener una actitud que los lleve a permanecer dentro de la casa.
Y veremos cómo algunos lucharán más para que no sean expulsados
de la casa. 4. En Big Brother
aprenderemos a ver a gente sin máscaras, porque ni el mejor actor del
mundo puede aguantar actuando 106 días continuamente. Según los
psicólogos,
a los 2 ó 3 días perderán el contacto con las cámaras
robóticas. 5. Mi apuesta es
que Big Brother tenga mucha audiencia. Han entrado muchos anunciantes. 6. Big Brother
es una apuesta al riesgo, y en el riesgo está el trascender. 7. Yo estoy muy
contento, no he dudado el estar dirigiendo Big Brtother. Me siento arropado.
Me está gustando esta nueva faceta de hacer televisión. Creo que
en el futuro, como sucedió en los sesentas y los setentas, las agencias
de publicidad entraran en alguna medida a producir televisión nuevamente.
8. En Big Brother
no hay guión, es la gran diferencia. Lo único previsto son las
tareas que deben desempeñar los inquilinos, y ahí si los puedes
llevar a ciertos estados de ánimo. 9. El primer filtro
para seleccionar a los 12 de entre 152,000 fue electrónico: quedaron
fuera los menores de 21 años, los que no podían dejar su trabajo
y lo que tenían dependientes económicos. Ahí se eliminó
el 60% de los inscritos. 10. Quisimos inquilinos
mayores de 21 años para que los participantes tuvieran una historia que
contar. Buscamos seleccionar a gente que tuviera historias de vida. Vidas simples
con momentos de historias extraordinarias. 11. Hoy, a 7 días
de salir al aire, hay todavía 30 preseleccionados. En un momento más
decidiremos en un Comité a los doce. Yo ya tengo mis doce. 12. Los participantes
pueden salir de la casa en el momento que lo deseen, y Big Brother tiene el
derecho de sustituir a esa persona. Está previsto en nuestro reglamento.
En la mayoría de los países siempre han salido uno ó dos.
13. Y también
Big Brother tiene el derecho de expulsarlos si violan el reglamento de manera
flagrante. Hasta el día 70 podemos sustituir a algún participante.
14. El confesionario
es la parte clave del proyecto. Es la voz de la producción y de la audiencia.
Ahí reciben las tareas y tienen contacto con el psicólogo. Pueden
ahí recibir alguna llamada telefónica, como premio por haber cumplido
con sus labores.
El confesionario está aislado (cien por ciento) del resto de la casa.
Ahí se pueden desahogar sin temor de que los escuchen sus compañeros.
15. Mi reto como
director es entender que no estoy haciendo un comercial de 30 segundos, sino
un programa de televisión que será visto masivamente a las 8 de
la noche. Me estoy metiendo obsesivamente a trabajar hasta la madrugada para
encontrar la fórmula de contar la historia. 16. En Big Brother
es el primer país en el que se utilizan 4 sistemas de edición
no-lineal Avid ingestando 96 horas diarias. Es una gran aportación al
formato. Lo platiqué mucho con el Ingeniero Elías Rodríguez
y con Jaime Tovar. Los holandeses no querían, pero lo discutimos y los
instalamos. 17. El proyecto
está costando más de diez millones de dólares. Construimos
un canal de televisión completo. 18. El contrato
de Big Brother está por cinco años. En Alemania ya va en su cuarta
versión. La esencia es la misma pero se le van encontrando variaciones.
No hay duda de que la televisión real pasará de moda, y por eso
hay que encontrar fórmulas distintas. 19. Big Brother
es la vida en directo. 20. Si aquí
tuviera enfrente a los opositores, les diría que se den chance de vivir
una nueva experiencia de televisión y lo juzguen cuando esté al
aire. 21. A los que han
apoyado Big Brother, les diría que los 200 que estamos detrás
de cámaras y los 12 inquilinos le entregamos todos los días el
alma y el corazón para realizarlo de la mejor manera posible, para conseguir
una forma de entretenimiento. 22. Al término
de las experiencias en otros países, te puedo decir que los últimos
días de Big Brother han cerrado con picos de share de hasta del 90% (que
significa que de cada 10 televisores encendidos, 9 llegan a ver las finales
de Big Brother). 23. Que nadie se
espante, Big Brother es el inicio de la nueva televisión. 24. La preocupación
mayor de los grupos de A favor de lo mejor y de los Padres de Familia es que
si Big Brother es el principio, ¿qué viene después? Y pienso
que vendrá lo que tiene que venir. 25. Al terminar
Big Brother buscaremos producir Operación Triunfo.