El reportaje Haití, sin brazos y sin piernas, de Noticieros Televisa
fue Nominado Finalista del Festival Pantalla de Cristal por
Mejores Valores de Producción en Pantalla, Mejor Camarógrafo
(Francisco Vázquez / Gonzalo Chaboya), Mejor Postproducción
(Iván Flores Mondragón),Mejor Diseño Sonoro (Carlos Huerta /
Iván Flores Mondragón) y Mejor Manejo de Entrevista (Karla
Iberia Sánchez).
Ganó los premios al Mejor Reportaje, Mejor Reportero (Karla
Iberia Sánchez) y Mejor Edición (Iván Flores Mondragón).
En Haití, sin brazos y sin piernas, título que es una metáfora
del país y a la vez dramática realidad, el espectador no puede
permanecer indiferente. Mueve a la rabia, a la desesperación.
Muestra el mundo más injusto, el de los abandonados por miles
y miles. Gente que podría morir al amanecer por no recibir un
medicamento de los que hay en cualquier farmacia de México.
A Haití lo golpeó sin piedad un terremoto de 6.9 grados la noche
del 12 de enero de 2010. Murieron 300,000 personas y
quedaron damnificados más de un millón. 200 años llevaban sin
sufrir un terremoto. No estaban preparados para la catástrofe.
Karla Iberia Sánchez tomó la gran decisión en este conmovedor
reportaje: mostrar imágenes de la situación actual de los
haitianos, con más de 10,000 personas amputadas de brazos y/
ó piernas. Triste es cada escena. La noche del sismo muchos
murieron sin recibir ni siquiera una aspirina. El alcohol fue
insuficiente.
Revela que Haití es el país con más amputaciones de todo el
planeta, también el más pobre del Continente Americano. La
mitad de las mujeres son analfabetas. Las imágenes retratan
barrios con casas de tela. Narra cómo la agricultura quedó
devastada por la política de importaciones. Parece que Haití no
tiene salida.
Destaca la calidad de información que, sin ningún maquillaje de
por medio, impacta todos los sentidos de la audiencia. No hay
forma de no ver con toda seriedad el reportaje de Karla Iberia
Sánchez. No deja espacio para la duda, tampoco para el
optimismo. Es un grito que quiere mover conciencias, dinero,
instituciones, donativos. Desde el primer minuto destaca el
extraordinario espíritu de los haitianos, a los que llama una y
otra vez valientes.
Fue Karla Iberia la que pidió ir a Haití. Había seguido
la historia del país más pobre de América desde mucho tiempo
atrás. Sabía que Bill Clinton era el encargado internacional de
coordinar la ayuda. Comprendía que algo muy grave estaba
sucediendo en el país caribeño. Su corazón la llevó a Haití
para hacer un reportaje sobre un país devastado.
Narra Karla Iberia Sánchez que a un año del sismo, todavía más
de un millón de personas en Haití vivía en las calles. Ahí, a la
vista de todos, comen, duermen, tienen sexo, conversan y, en el
mejor de los casos, hacen algún trabajo mínimo. Luchan por
sobrevivir.
Van y vienen por las calles, como buscando un futuro que no les
llega. Quiso hacer el reportaje de Haití con un objetivo mayor: no
olvidar a los haitianos, lo que significa no dejarlos morir de sed,
de hambre, de calor y de enfermedades que hoy en la mayoría de
los casos han sido erradicadas o al menos controladas en gran
cantidad de países.
Cinco días estuvo Karla Iberia Sánchez en Haití con sus
camarógrafos, Francisco Vázquez y Gonzalo Chaboya, quienes
han alcanzado un muy alto nivel de intención fotográfica.
Permiten que el espectador observe en cada toma la fuerza de la
devastación. Manejan planos, están cerca. No titubean para llevar
al televidente lo que ellos miran directamente en la realidad.
Ofrecen múltiples puntos de vista. Hacen sentir cada uno de los
lugares para que el televidente se sienta ahí y sufra también la
tragedia. Son cuidadosos para jamás denostar. No engañan. El
reportaje se enriquece también con imágenes de la
extraordinaria videoteca de Televisa. Supo Iván Flores Mondragón, editor del reportaje, que los
espectadores no tendrían descanso emocional de principio a fin.
Por eso se sumó al trabajo que le entregaron al llegar a México
camarógrafos y reportera.
La edición no podía defraudar. Lo importante era cumplir el
objetivo: dar un grito en pantalla para no olvidar la tremenda
extrema pobreza y la vida miserable que se vive en Haití. Sin
duda lo consigue. Obliga a ver el reportaje completo, aún cuando
la magnitud de la tragedia es impensable y las condiciones de
vida son escandalosamente inhumanas.
No hay morbo en Haití, sin brazos y sin piernas, una realidad
que es necesario poner en pantalla. Reprobable sería no hacerlo.
A Karla Iberia Sánchez le queda claro que aún en las peores
condiciones, el ser humano busca mecanismos de superviviencia,
lo que no significa que los encuentre.
Hoy Haití necesita ayuda porque no tiene economía, hay hambre
y tránsito de drogas hacía Estados Unidos y Europa.
• Brilla cada reportaje realizado por Karla Iberia Sánchez y su
equipo de camarógrafos. Encontró el contenido para desarrollar
su trabajo con absoluta libertad: pone en pantalla lo que le
acontece a las sociedad al margen de la política y los intereses
de los grandes poderes. Estudia y se mete de lleno en cada caso.
Tiene credibilidad porque llega siempre al corazón del drama.
• Karla Iberia Sánchez ha desarrollado una técnica muy depurada
como reportera: cuenta historias. Las ideas y los conceptos los
deja en tercer o cuarto plano. Las historias las coloca siempre
hasta adelante, eso le permite que los espectadores de todos los
niveles sociales y edades comprendan el drama que está
narrando. Busca esas historias tremendamente dramáticas que
son reales. Son, sin duda, las que más enseñanzas dejan al
televidente. Lo marcan.
• Otros reportajes de Karla Iberia Sánchez premiados en el
Festival Pantalla de Cristal: 9 años un día (Mejor Reportaje/Mejor
Reportera), El Funeral de mamá (Mejor reportera), Destierro en
Ixcotel (Mejor Reportaje/Mejor Reportera), Orlando debe nacer
(Mejor Reportaje).
• Cada uno de los reportajes realizados por Karla Iberia Sánchez,
sin ningún problema podrían exhibirse en salas de cine.
REPORTAJE: HAITÍ, SIN BRAZOS Y SIN PIERNAS
Casa Productora: Televisa
Vicepresidente de Noticias: Leopoldo Gómez
Reportera: Karla Iberia Sánchez
Camarógrafos: Francisco Vázquez / Gonzalo Chaboya
Edición y Postproducción: Iván Flores Mondragón
Diseño Sonoro: Carlos Huerta / Iván Flores Mondragón
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