Grandes artistas participaron con su voz en la Leyenda de la Nahuala. Con su reconocido y probado oficio lograron toda una creación artística.
Ofelia Medina consigue una voz en verdad
maléfica con toda una gama de intenciones. Le da vida y poder a la bruja, que es La Nahuala. También Rafael Inclán inyecta una energía única al Alebrije, personaje que es central en la historia.
El lector debe saber que los artistas que participaron con sus voces en la cinta, prácticamente no cobraron nada o lo hicieron casi de manera simbólica. Andrés Bustamante, por ejemplo, no recibió un peso y sí dio vida a la voz de un fantasma español que habita la casona (de los sustos).Se encarga de dar un toque locuaz a la historia. Magníficos también Jesús Ochoa, El Loco Valdés y Germán Robles, que da su profunda y poderosa voz a un sacerdote español.
El estilo de animación está muy claro. Arnaiz supo combinar dos tipos de imagen:
• Crearon con detalle las escenografías y las atmósferas, sin llegar a la ambición hiperreralista. Los fondos nunca pierden el aspecto clásico de una película animada.
• Los personajes son animaciones sencillas, con mínimos detalles pero siempre muy expresivos al momento que algo ven o les sucede. Se separan por completo de los fondos y destacan a la vista de los espectadores de manera inmediata. Ayuda también la sencillez de su trazo a que el público los identifique y al lucimiento de los fondos.
Película: La Leyenda de la Nahuala
Casa Productora: Animex 2D
Director: Ricardo Arnaiz
Productor: Jean Pierre Leleau
Productores Ejecutivos: Paul Rodoreda y Socorro Aguilar Uriarte
Productor en Línea: Eduardo Jiménez Ahuactzin
Guión: Omar Mustre
Co-Guionista: Antonio Garci
Música y Dirección de Audio: Gabriel Villar
Director Creativo: Pierre Angelo Antonioli
La Leyenda de la Nahuala se llevó un año de preproducción y ocho meses de producción.
Colaboraron en la película 80 animadores, cada uno con su estación de trabajo. Animaron con el software Toon Boom.
Ricardo Arnaiz ya impulsa cuatro nuevos proyectos de animación:
• Dos largometrajes: Nikté, para estrenarse en 2009, y Los Tres Infantes, un homenaje a la época de oro del cine mexicano y en especial a Pedro Infante, que se exhibirá en salas en 2010.
• Dos series de televisión: una de entretenimiento con mensaje y la otra tendrá como estrella al Alebrije de la Leyenda de la Nahuala. Será
educativa con buen humor.
La música y la realización de audio juegan un papel clave en la historia.
El responsable de todo el sonido es Gabriel Villar. Las piezas musicales son interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Puebla y por coros integrados por más de 60 personas, entre adultos y niños.
Importante es destacar que Arnaiz y Villar formaron una mancuerna para dar ritmo a la cinta. En el complejo proceso de realización, en el que en ocasiones es difícil definir qué fue primero, si la gallina o el huevo, si la imagen o el sonido, ambos supieron comunicarse para aceptar en ocasiones que fueran la música o los efectos los que marcaran el paso de la animación. En otras secuencias la animación iba al frente de la dinámica.
Su nuevo reto: tejer sin descanso la próxima cinta.
Ricardo Arnaiz anima con su propio método, por el que lo felicitó Phil Roman, quien fue productor de Los Simpson durante siete años y también produjo a Charlie Brown y a Tom y Jerry.
La Leyenda de la Nahuala ha conseguido que más de 1,200,000 espectadores paguen su boleto en taquilla.
Ricardo Arnaiz tuvo un sueño y lo cumplió con creces: se lanzó a filmar una película que se sintiera mexicana, la realizó con
destellos artísticos, consiguió que fuera un éxito de taquilla y además abrió la puerta para que en México se piense en hacer cine animado con aspiraciones mayores.
Arnaiz, diseñador gráfico egresado de la
Universidad Iberoamericana de Puebla, dirigió al equipo que ganó dos premios y una nominación en el Festival Pantalla de Cristal 2002 por su corto Cazadores de Monstruos: Mejor Realización de Audio (Gabriel Villar), Mejor Colorista (Salvador Quan Klu) y Mejor Animación (Ricardo Arnaiz, Miguel Espinosa y Alejandro Ortega). Los premios Pantalla de Cristal le indicaron que iba por el camino correcto y que no debía perder el impulso.
Para el 2003 intentó levantar los fondos para realizar lo que sería su primera película: Maya.
Convenció al cantante Emmanuel y al actor Bruno Bichir para que fueran los coproductores. Logró filmar sólo 8 minutos de la cinta y el proyecto se truncó. Diferencias en el concepto le obligaron a detenerlo. Maya vive el sueño de los justos, espera ser despertado por un nuevo impulso de producción.
Pero Ricardo Arnaiz no perdió su propósito. Buscó otra historia y otros coproductores. Tenía ya la adrenalina encendida. Sabía más y estaba más seguro de sí mismo. Se lanzó entonces a producir La Leyenda de la Nahuala. Tenía claro el camino a seguir. Escribió la historia Omar Mustre junto con Antonio Garci. Su idea suma tres líneas
argumentales que llenan la pantalla:
• Narra las aventuras de un niño temeroso que consigue volverse valiente.
• Muestra el esplendor arquitectónico de la ciudad de Puebla, sus texturas y la belleza de muchos de sus objetos tradicionales, tanto poblanos como de otras partes del país.
• También permite apreciar la riqueza de la ofrenda de muertos mexicana, para lo que se da todas las licencias.