Por José Antonio Fernández
Expliqué ya antes que en todas las escenas de una producción audiovisual deben estar presentes el Blanco-Blanco y el Negro-Negro.
- Es importante recordar que cuando coexisten de forma simultánea en Pantalla el Blanco-Blanco y el Negro-Negro, de inmediato se consigue que la estética aparezca a cuadro.
- En cambio, cuando el Blanco-Blanco y el Negro-Negro no coexisten en escena de inmediato se ve mal la calidad de la imagen y cae de forma dramática la estética provocando el rechazo del espectador.
- Esto significa que en todas las escenas debe aparecer al menos un rayo de luz brillante (Blanco-Blanco) sin que necesariamente el espectador sepa exactamente de dónde viene esa luz.
- Pongo algunos ejemplos para que se comprenda mejor a lo que me refiero:
- En una escena dentro de una discoteca ayuda mucho a la estética el que el bar esté iluminado con luces brillantes (Blanco-Blanco).
En la discoteca también ayuda el que haya luces clásicas de la atmósfera que se vive en esos lugares de diversión, ese ambiente permite de forma natural perfilar los rostros con luz, al igual que el cabello y tonos centrados en vasos con hielos y copas de vino y otras bebidas.
- En las discotecas ó escenas nocturnas de interiores en casas, departamento, oficinas, etc., no se necesita justificar de donde viene ese rayo de luz para que aparezca a cuadro, puede venir de cualquier lugar. El objetivo es conseguir el Blanco-Blanco y por consecuencia también el Negro-Negro en todas las escenas. En todas.
- Uno de los errores más comunes en películas y series se da en las escenas de bodegas ó cuartos ó habitaciones cerradas sin ventanas visibles para el espectador. En estos casos, el cinefotógrafo debe crear fuentes de luz para que la luz brillante aparezca en escena.
Esas fuentes de luz pueden ser pequeñas rendijas, reflejos, un foco, una lámpara, una linterna. Esos rayos o fuentes de luz no necesitan estar racionalmente justificados.
- Por ejemplo, en una cueva ó una bodega ó un pasillo sin ventanas, sirve de mucho para la estética y el volumen de la pantalla el que siempre exista al menos una fuente de luz a cuadro (aunque no se justifique) .
- O sea, la regla de oro es: siempre en escena debe aparecer una luz brillante a cuadro y entonces la pantalla se baña de estética.
- Cuando la estética baña la pantalla entonces es cuando encanta al espectador de inmediato, se logra con un luz brillante a cuadro. Sin una fuente de luz brillante en escena se esfuma la estética al instante.
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